"Odio mi vida", fue lo último que pensé antes de quedarme dormido.


[...]

Los días fueron pasando y todos iguales para mí. Clases. Receso bajo el árbol. Charla con el profesor mientras fumaba su cigarro. Más clases. Dormir... Y poco más.

Llegó viernes y me encontraba en clase de música impartida por el profesor Dong YoungBae. Practicábamos con instrumentos y llegó mi turno. Me dieron a escoger que instrumento usar y escogí el piano. Amaba el piano, aunque era lo único que sabía tocar. Toqué una obra de Franz Liszt, Liebestraum no.3 y terminé con una aprobación de todos mis compañeros y un elogio por parte del profesor; al parecer lo sorprendí.

Las clases acabaron y YuGyeom, BamBam; un amigo de él que era tailandés, y yo, nos fuimos a los dormitorios. YuGyeom se quedó con su amigo en la habitación de éste y yo fui a la mía. Apenas pude conocer a su amigo, sólo se que tenía un nombre muy extraño y difícil de recordar y que es por eso que le decían "BamBam". También me di cuenta de que era muy aniñado y tenía una voz muy "afeminada", en fin.

"Ducha y cama", pensé. Pero al parecer alguien no estaba de acuerdo conmigo porque en ese instante llamaron a la puerta. La abrí sin darle importancia; el ogro ya no tenía por que aparecer.

— ¡Por fin te cojo despierto! — Era TaeHyung y éste pasó a la habitación sin permiso. Se giró para mirarme y se cruzó de brazos. Parecía enfadado y lo entiendo, yo también lo estaría.

— Tae, no deberías estar aquí. — Cerré la puerta y también me giré para mirarle.

— ¿Por qué no? — Preguntó algo confuso.

— No puedo explicarte.

— JungKook, déjate de tonterías, ¿quieres?

— Ojalá sólo fueran tonterías... — Agaché mi cabeza.

De repente volví a recordar la noche del otro día, en como me derrumbé. No podía más, pero aun así logré tranquilizarme y continuar, pero ¿cuánto más iba a aguantar? Era como si la vida no me permitiera vivir tranquilamente, cada día era una pesadilla. Desde que tengo uso de razón he estado viviendo situaciones que ningún niño debería vivir, e incluso ya de mayor seguía viviendo las mismas pesadillas. Siempre tenía la esperanza en que algún día acabarían, pero ese día nunca llegó... y no llegará. Terminará por destruirme. Aunque huya... nada cambiará.

Y entonces empecé a arrepentirme de haber venido aquí.

— ¿JungKook...?

Lágrimas empezaron a caer por mis mejillas. — N-no debí... venir aquí... — Las palabras salían dificultosas por mi boca y segundos después me volví a derrumbar, comenzando a sollozar.

Tae asustado y preocupado se acercó a mí y me abrazó lo más fuerte que pudo.

— JungKook... — Acarició mi espalda mientras yo hundía mi rostro en su cuello. Me sentía bien cuando Tae estaba conmigo, como en los viejos tiempos. — ¿Qué es lo que te pasa?, ¿por qué no me cuentas?, siempre has confiado en mí, por favor no dejes de hacerlo ahora.

Levanté el rostro y lo miré a los ojos. — Estoy cansado. — Dije, por fin. — Tae, te necesito.

Y de nuevo más lágrimas escaparon de mis ojos. TaeHyung me llevó hasta mi cama y ambos nos sentamos. Secó mis lágrimas y me sonrió. TaeHyung tenía una sonrisa muy inocente, como la de un niño de 3 años. "Como lo he echado de menos..."

— A ver, cuéntame, ¿por qué estás así?

— Lo de siempre Tae, no puedo más, te juro que lo he intentado. He intentado sobrellevarlo como he podido, no quejarme, no molestar a nadie, hacer todo lo que me han ordenado, pero... — Respiré hondo, intentando calmarme.

Tomorrow [JiKook] [BTS]Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora