Capitulo 37.

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Disfruten el capítulo!


Capítulo 37.

»Cállense, esto no es real, no está pasando.«

Fue el pensamiento que paso por la cabeza de Frank. El avión estaba a punto de despegar y el vuelo iba a ser eterno, al menos para el pelinegro, quien estaba mordiendose la uñas y no dejaba de sollozar.

(...)

España estaba fría, con los restos del clima navideño. El aire corría helado y te enrojecía las mejillas y la punta de la nariz.

Cuando los chicos llegaron a Madrid, era ya pasada de media noche.
Una limousina los esperaba afuera del aeropuerto, con el chofer de Enrique esperándoles con la puerta abierta.

Guardaron sus maletas y se subieron al coche enorme.

Frank sacó su móvil de su bolsillo izquierdo cuando sintió que vibraba. El remitente ponía Enrique, por lo que contesto rápidamente.

»¿Cómo esta mamá?«

»Está muy mal - escucho Frank en la otra línea - Los doctores no prometen nada.«

La voz de Enrique sonaba muy lejana, era como sí algo dentro de el se hubiese roto; a pesar de haberse salido de casa y haber abandonado a sus padres, el amaba a su mamá.

(...)

Los Ángeles, California.

- Soy una mierda tío, debí haber ido con ellos - pronuncio Willy, mientras tomaba un sorbo de su café helado.

Después de que el grupo de chicos partiera hacia el aeropuerto, Carlos y el habían entrado a casa del menor. Habían estado viendo cosas del trabajo, habían cenado y luego Carlos se había quedado a dormir.

Ahora estaban sentados en una mesa afuera del Starbucks, viendo pasar a la gente a través de los vidrios de colores que tenían sus gafas.

- Vamos, que tu a ese chico no le debes nada. Si tu no quieres ir no vayas y punto - dijo Carlos.

Cuando ambos chicos terminaron de tomar su café, decidieron ir a dar una vuelta por el Promenade.

Willy sabía que Carlos tenía intenciones, intenciones que el creía conocer; pero detrás de esa sonrisa perfecta y esos ojos oscuros, se encontraba el peor demonio para la relación entre Samuel y Guillermo.

(....)

Barcelona, España.

Raúl estaba caminando hacia su casa, con los auriculares puestos y oyendo una canción que acababa de salir.

Después de haber estado por dos o más años en Los Ángeles había decidido regresar, pero en lugar de Madrid había decidido por re- hacer su vida en Barcelona.

Cuando estaba a punto de meter la llave en la entrada del edifico en el que vivía, un chico lo interrumpió.
El rubio se deshizo de los cables que adornaban sus oídos y miro al extraño.

Un chico con gafas, que vestía un pantalón a raya color morado, una camisa de cuadros y un ridículo suéter negro.

- ¿Pasa algo? - pregunto Raúl.

El chaval no hacía nada más que observarlo. Raúl sintió miedo por primera vez en su vida.
Le recordó a las marionetas con las que el jugaba, con la mirada perdida en el espacio, con la cara pálida y el cuerpo más delgado.

- ¿Necesitas algo? - volvió a preguntar.

El extraño no hizo nada por unos minutos más, después de la nada sacó un pedazo de papel, se lo entrego a Raúl y salió corriendo como alma que lleva el diablo.

El rubio abrió el papel, cuando terminó de leerlo, tenía más dudas que nunca en su vida.

(....)

«Te estarás preguntando por que tienes este papel en tus manos, y yo te responderé ahora mismo.
Mi nombre es Simón, y buscando me encontré con que estas vinculado con Guillermo Díaz, que tuviste que ver con el accidente que tuvo hace un mes.
También se que estas vinculado con Francisco y Enrique Garnes, los cuales te ayudaron a escapar de España y te pagaron un vida en Los Ángeles. Se que eres el ex novio de Samuel de Luque, quién es la actual pareja de Guillermo.
No preguntes como es que se esto.
Necesito negociar contigo algo, te beneficiara a ti y a mi; en pocas palabras, tenemos que volver a vernos.
Bajando por toda esta acera, al final de la calle darás vuelta a la derecha, mirarás el sol caer y luego caminaras doscientos pasos hacia adelante. Frente a ti abra una fuente, y también estaré yo.

Firma: Simón X«

(....)

Con el móvil en la mano y una navaja escondida en su bolsillo izquierdo, Raúl hizo lo que ponía en la carta.

Espero con ansias a que el atardecer terminara, camino exactamente como decía la carta y luego busco la fuente, la cual la encontró.

Había demasiada gente sentada, hablando y pasando el tiempo. Y sólo había alguien que no hacía nada, más que mirar hacia el frente y buscar a alguien con la mirada.

»Es él.« pronuncio Raúl en su cabeza.

(.....)

Madrid, España.

El sonido que marcaba los latidos de su corazón tenían cada vez más desesperado a Frank.
No dejaba de morderse las uñas, los dedos, las manos, cualquier cosa que encontraba cerca se la llevaba a la boca y la mordía.

Su madre seguía sin despertar, los medicamentos que le suministraban no surtían efecto, y el doctor había dicho que probablemente se quedará en estado vegetal.

Frank se levantó de la silla en la que estaba y salió de la habitación donde estaba su madre. Busco a alguien de sus familiares en la sala de espera, pero sólo encontró a su novio.

Alejandro se levantó del piso y dejo su café a un lado, corriendo hasta su novio, envolviendo sus brazos alrededor de aquella anatomía dura.

Alex sintió que su chaqueta comenzaba a humedecerse, lo cual significaba que Frank estaba llorando, de nuevo. Acaricio su cabeza y enredó sus dedos en el cabello del mayor.

Odiaba verlo así de débil, odiaba sentirse impotente por no poder ayudar a la persona que más amaba; volvía a sentirse en el momento en que sus padres habían fallecido. *

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L@s dejo asesinarme, lo juro xD
Perdón por tardar tanto en actualizar, pero es por que les tengo una sorpresa!!!!!

Como la historia ya está por acabar, *cries* Estoy escribiendo pequeñas historias que serán como un spin-off de la historia :3

Me dolió la vida escribir este capítulo ;-;

MUCHAS GRACIAS POR LOS 10k
No saben lo feliz que me hace que hayamos llegado a esa cantidad :)

Nota extra:

Si alguien sabe hacer portada, contacten conmigo por dm aquí o en Twitter {@abbey_listing} Necesito vuestra ayuda!

Gracias por todo!

Perfect Match  ∞ Wigetta & Staxxby. {Editando.}Where stories live. Discover now