Capitulo 27.

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Gracias por el apoyo!

Ninguno de los dos chicos sabía muy bien que hacer. La presencia de Rubén había sido inesperada y había  jodido todo lo bien que estaban.

Frank había soltado la mano de Alex y se había alejado lo más que pudo de el. Alejandro entendía lo que pasaba y se sentía muy apenado.

- Creí que no tenías novio. - le dijo Rubén.

- Pues estaba borracho, y lo olvidé. - le susurra Alex.

Ambos siguen platicando hasta que Frank llega de nuevo, le dice a su novio que se va y que le deje, que necesita un poco de espacio.
Alejandro asiente y lo ve alejarse.

Frank camina sobre la acera con las manos en las bolsas del pantalón. No entiende sus sentimientos, siente rabia y una impotencia increíble.

Intenta recordar el camino desde el sendero en el que estaban hasta la casa de Guillermo.

No lo recuerda para nada.

Mira a todos lados, buscando alguna señal que se le haga conocida pero no encuentra nada. Sin importarle llegar a perderse, camina recto.

•••

Ya son pasadas de las tres de la tarde y Guillermo y Samuel aún están acostados en la cama del menor.

Guillermo tiene las manos en el pecho de Samuel, haciendo movimientos circulares, en forma de masaje.

¿Cuánto tiempo deseó estar así con alguien?

Guillermo no lo sabe, y no lo sabrá nunca.
Samuel a comenzado a quedarse dormido de nuevo. Los masajes de Guillermo lo tienen relajado y calmado.

Mientras ambos chicos caen en un profundo sueño, Alejandro está volviendose loco.

Regreso a casa, con la intención de explicarle todo a Frank pero el chico no estaba. No había nadie, sólo Guillermo y Samuel, hablando en la habitación.

Salió de casa, no sin antes enviarle un mensaje al morocho, el cual fue ignorado.

Frank no sabía donde estaba, pero le gustaba la vista.

Todo estaba lleno de edificios grandes; rascacielos se alzaban en lo alto de su cabeza. Dedujo que estaría en el centro. Miro la hora en su móvil y se encontró con varios mensajes de su novio, los cuales ignoró.

Siguió caminando hasta que encontró un restaurante, estaba hambriento desde hace bastante rato.

Entro y se sentó en una mesa a esperar que llegara una mesera y tomara su orden.

- ¿Qué desea ordenar? - pregunto una chica pelirroja, en un inglés totalmente extraño. Frank dedujo que la chica no sería americana.

- Una hamburguesa y unas papas fritas. - ordeno.

La chica le sonrió y camino lejos, en dirección a la cocina.

Frank sacó su móvil para entrar en la aplicación de whatsapp.

• Willy, dile a Alex que estoy bien, que deje de enviar mensaje a lo loco•

• ¿Paso algo? •

• Claro que pasó algo - escribió furioso Frank - ¿Conoces a un tal "Rubén"? • 

• No •

Frank ya no contesto, bufó molesto y espero a que le trajeran su orden.
No sabía que hacer, quería tomar un avión e irse a su casa en España. Estaba tan furioso que podría romper cualquier cosa ahora mismo.

Pasaron minutos hasta que la chica regreso con una bandeja, con la orden de Frank en ella.
La chica le sonrió al morocho y este contesto igual.

- Yo... - comenzó a decir la pelirroja.
- ¿No eres de aquí cierto?

- No y tu tampoco. - le contesto Frank, sonriendo de lado.

Platico con la chica por varios minutos. Abigail, a sí se llamaba aquella pelirroja, la cual aprovecho su turno de descanso para pasarlo con el morocho.

Abigail le contó sobre su vida. Había llegado de México tres años atrás, y a pesar de que el idioma le resultaba complicado, salió adelante.

¿Todo el mundo viene a esta ciudad para escapar de sus problemas?

Abigail era una chica estudiosa y esperanzada. Llevaba una vida tranquila en México. Trabajaba y cuidaba a sus sobrinos pequeños, los cuales habían sido abandonados por la madre.

Una noche basto para que toda su vida se fuera a la mierda.
Dormía tranquila, con su niña a un lado y el otro pequeño a su izquierda. Comenzó a sentir ansiedad, una ansiedad que la destrozaba por dentro, quería gritar, quería llorar.

Se levantó de su cama y se calzo sus tenis. Salió de casa y corrió lo más rápido y lejos que pudo; llego a su destino. Un edificio se alzaba en lo grande del cielo. Entro al lugar, sabiendo que era mala idea pero no le importaba.

Días atrás había estado aquí, acompañando a su mejor amigo Diego.
Ambos chicos habían ido para consumir la sustancia que arruinaría su vida.

Abigail busco con la mirada a una persona en particular; Rogelio era el que le brindaba la cocaína, con la que le hacía sentirse feliz, libre.
Esa noche paso de todo, la vida de la pelirroja se había arruinado.

Sus padres le habían quitado a sus dos únicas personas importantes y ella tuvo que huir, huir lejos de los malos recuerdos, y no encontró un mejor paraíso que aquella ciudad de ensueño.

•••

Frank se había quedado perplejo al escuchar a la chica. Lamentandose, se levantó y abandonó el lugar, no sin antes haber intercambiado números.

Le mando un mensaje a Samuel.

• No tengo ni puta idea de donde estoy, Ven a por mi ahoraaaa! •

• Y si tu no sabes ¿Cómo mierda se supone que yo sí? •

• Estoy frente al edificio ese grande... El que sale en el Grand Thef Auto 5.. Pregúntale a tu Guillermo donde es eso y me recoges!!! •

Envió el mensaje y se sentó en una banca que misteriosamente encontró por ahí.

Tenía ganas de escuchar la voz de Alejandro, pero no se atrevía a llamarlo, al menos no aún.

••••••••

Después de 500 años nuevo CAP :) perdón

Lo amo <3

Perfect Match  ∞ Wigetta & Staxxby. {Editando.}Where stories live. Discover now