13. Suspiros a coro chicos sexys y Las cosas no se olvidan tan facilmente

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13. Suspiros a coro, chicos sexys y Las cosas no se olvidan tan fácilmente.

-¿Y bien? ¿Qué te parece?- preguntó Matt. Le obligué a dar una vuelta completa, y elevé los pulgares en señal de afirmación. Perfecto, ya tenía ganas de llegar al instituto y ver su reacción. Y eso es muy raro, porque, ¿yo queriendo ir al instituto? Já, ¿qué viene después? ¿Dylan listo?

- Si no fueses mi hermano, te violaría- Matt hizo un gesto de diva, y entre risas e imaginándonos la reacción de Elisabeth, llegamos al instituto.

Las clases me pasaron volando, y en cuanto me di cuenta, ya tocaba recreo. Corrí hasta la cafetería,y me senté en la pequeña mesa verde de la esquina, en la que solíamos sentarnos Zoe y yo.

Pero no estaba sola. A su lado se encontraba Kendall, con la que mantenía una conversación con aspecto de interesante. Tan interesante que ni siquiera me vieron llegar.

- ¡Hola Kendall!- la saludé. Ella prácticamente saltó de su silla y avanzó hacia mí, abrazándome hasta casi dejarme sin respirar- Parece que ya os habéis conocido solitas.

- Sí, Kendall va con nosotras a Lengua. Clase que tú ayer te perdiste- Claro. Kendall debía de ir al desdoble, como Zoe y yo. Pero como ayer me había ido de clases con Matt, pues todavía no la había visto por aquí.

- Hombre, mira a quién tenemos aquí, ¡pero si es mi primita de alma! ¿Qué tal va todo?- Kendall le fulminó con la mirada y yo simplemente reí. No veía a Peter desde que me secuestró para llevarme a esa especie de cita. Se giró hacia mí con la intención de decirme algo, pero, en vez de hablar, giró la cabeza y miró hacia la puerta.

Un coro de suspiros femeninos resonó en el comedor y, curiosa, contemplé como mi hermano Matt hacía su gran entrada en el comedor. Todas las chicas giraron a verle. Algunas hacían como que se desmayaban, otras se abanicaban con la mano y otras soltaban risitas agudas que hicieron daño a mis oídos.

- ¿Ese es.......?-entrecerró los ojos para intentar ver mejor y al comprobar que sus sospechas eran ciertas, se giró hacia mí desconcertado.

- ¿Qué le ha pasado en el pelo?- decidí no contestar, ya que prefería contemplar las caras de bobas enamoradas que ponían todas las chicas de la cafetería.

Elisabeth le miraba fijamente, mordiéndose el labio y enrollándose un mechón de pelo en su dedo. ¿Por casualidad será la prima de la chica de la taquilla del otro día?

Sonreí orgullosa, esto no había echo nada más empezar.

Matt le guiñó un ojo, y creo que de no haber sido por su amiga que la sujetó por detrás, se habría caído de la impresión.

Su chandal de pantalón gris y sudadera amarilla habían desaparecido, y en su lugar, llevaba unos vaqueros oscuros, combinados con una sudadera negra con capucha. Y, gracias a la crema que le obligué a echarse, las marcas de sus recientes espinillas habían desaparecido. Era un nuevo y mejorado Matt.

Elisabeth POV:

Las puertas de la cafetería se abrieron, y contemplé con la boca abierta al sexy chico moreno que acababa de entrar. Mordí mi labio inferior nerviosa, debía de ser nuevo, ya que nunca lo había visto. Pasó a nuestro lado, y creí que me desmayaba cuando me guiñó uno de sus sexys ojos azules. Suspiré sonoramente. Dios, este chico está BUENÍSIMO, con mayúsculas.

Hayley continuaba hablándome, probablemente del último chico que se tiró, pero yo estaba demasiada ocupada para escucharla. Me pasé prácticamente la media hora restantes, mirándome fijamente.

Hey, AllieOnde histórias criam vida. Descubra agora