Capítulo 44

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Cinco días. Pasan cinco eternos días.

Miro la hora en mi reloj y faltan diez minutos para que la clase de repaso termine. Cuando esta clase al fin termine, Gwen y yo iremos a buscar los resultados de sus análisis de sangre.

Miro a Gwen que está sentada en la fila del frente y sé que está mirando la hora también. Esta no ha sido una semana fácil. Entre los exámenes, la duda y la falta de sueño, ambos hemos estado muy nervioso y por ello hemos discutido en reiteradas oportunidades.

Discusiones idiotas y sin ningún sentido. Creo que ella todavía está enojada conmigo por la última pelea de esta mañana.

—Oye, galán —giro la cabeza hacia Michael —¿Estás bien?

—Sí, sí —me apresuro a decirle.

Gwen y yo tomamos la decisión de mantener esta situación en secreto, hasta estar seguros de que está embarazada o no.

—Llevas días con esa cara —insiste él.

—¿Qué cara?

—Pareces a punto de explotar.

—No he dormido bien en estos días. Sólo eso.

—¿Todo bien con Gwen?

—Todo está perfecto entre nosotros, Michael —le digo algo enojado y vuelvo la atención al frente, sintiéndome muy frustrado.

—Bueno, cuando quieras hablar con alguien, sabes que estoy aquí.

Vuelvo a mirarlo y el enojo se hace a un lado. Soy un imbécil. Él sólo se está preocupando por mí.

—Lo lamento, Mike —me disculpo —He estado estresado estos días. Los exámenes me tienen trastornado. Es sólo eso.

—Bueno, es entendible —me da una sonrisa rápida —¿Qué harás después de clases?

—Tengo que acompañar a Gwen a casa de sus padres —digo la primera mentira que se me viene a la boca.

—Oh, bueno, quizás podemos juntarnos más tarde en mi casa. Dani quiere hacer una reunión, vamos a pedir unas pizzas.

—Estupendo. Gwen y yo estaremos allí.

En realidad eso no es verdad. Luego de saber los resultados, Gwen y yo estaremos perdidos. No puedo dejar de sentir que ella está embarazada.

Es aterradora la sensación y se ha ido haciendo más potente a medida que pasaron los días. Cuando ella me dijo que tenía el atraso, lo tomé calma. Quizás no fue muy consciente en ese momento.

A veces siento ganas de salir corriendo. Pero sólo es durante un instante, porque jamás podría alejarme de Gwen y mucho menos dejarla sola con nuestro hijo. No haría con mi bebé lo mismo que mi madre hizo conmigo.

La clase por fin termina. Junto mis cosas y me acerco a la fila de Gwen. Ella alza la mirada hacia mí y se pone de pie. Quiero decirle que lo siento, disculparme con ella por la estupidez que dije anoche.

Seguramente ella está mucho más asustada que yo. Ella es la que lleva al bebé adentro.

—¿Vamos? —inquiere una vez que junta todas sus cosa.

—Vamos, carita-linda.

En el estacionamiento nos subimos al auto de Gwen. Prendo el motor y salimos del estacionamiento de la universidad, en silencio.

Gwen mira por la ventana, está totalmente sumida en sus pensamientos. No me animo a hablar. En realidad no sé qué decir.

—¿Puedes parar en una tienda? —pregunta ella entonces —Quiero un chocolate. En realidad creo que mataría por uno.

Peligrosa Obsesión (Remake) EDITANDOWhere stories live. Discover now