Peligrosa Obsesión (Remake) EDITANDO

Capítulo 30

Conduzco siguiendo el auto de Joey, para poder asistir a aquella fiesta. Allie está sentada a mi lado y está bastante callada. Eso no es algo muy normal en ella.

Preferiría que estuviera hablando, de esa forma podría dejar de pensar en Gwen y en que ella sigue en esa maldita cita.

¿Dejará que Dean la bese cuando la lleve a su casa?

Puedo imaginarme esa escena. Y con sólo imaginarlo, puedo sentir mis entrañas retorciéndose de furia.

¿Por qué no le dije la verdad? ¿Por qué no le dije que siento algo especial por ella? ¿Por qué soy tan idiota?

Estoy tan sumergido en mis pensamientos que no noto que Joey ha frenado frente a un semáforo.

—¡Cuidado! —la voz de Allie me hace volver a la realidad y piso el freno rápido, pero de todas formas golpeo, un poco, el auto de mi amigo.

Soltando un suspiro, me maldigo entre dientes y le doy un golpe al volante. Joey se baja del auto y se aproxima.

—¿Están bien? —nos pregunta y noto la mirada de preocupación que le dirige a mi prima.

—Sí, sí —se apresura a decir ella y luego me mira —¿Quieres que maneje yo?

—Sí —me bajo del auto y me paso la mano por el cabello antes de mirar si le hice algún bollo al auto de Joey.

—¿Estás bien? —vuelve a preguntarme mi amigo.

—Sí, lo siento —me disculpo con él. Su mano se apoya en mi hombro.

—Tranquilo, hermano, no pasó nada —me asegura —Sé que estás cabreado, confundido, asustado y muchas otras cosas más… Pero pasará. Verás que tu mente se aclarará y podrás ver todo con mayor claridad.

—¿Qué se traen tú y Allie? —le pregunto entonces.

—Sip, es hora de continuar el camino —él se da media vuelta y vuelve al auto sin contestar mi pregunta.

Rodeo mi auto y tomo lugar en el asiento de copiloto. Allie se ha deslizado frente al volante. Ella me da una mirada preocupada.

—¿De verdad quieres ir a esa fiesta? —me pregunta.

—No, en realidad no —le digo sincero —Preferiría ir a un bar y beber hasta caer dormido en algún callejón.

—Caden…

—Sólo conduce, Allie —la detengo.

Ella prende marcha y el resto de viaje está sumido en otro silencio. Estacionamos frente a una bonita casa a las afueras. La música se escucha fuerte y es obvio que todo el mundo que está adentro, la está pasando bien.

Joey y Allie, caminan uno al lado del otro, delante de mí, y noto que sus manos se rozan, como si quisieran entrelazarse. Abro la boca para preguntarles, pero la puerta de la casa se abre y una chica nos recibe con una enorme sonrisa.

Ingresamos y nos dirigimos hacia la cocina, en dónde nos dan ponche. Me gustaría tener una botella de ron o whisky.

Mi amigo y mi prima, están hablando por lo bajo, sus rostros demasiado cerca y no puedo soportar verlos. Tomo la decisión de alejarme, sin que me vean.

Me muevo entre la multitud que baila y logro salir al pequeño jardín. Al instante la necesidad de fumar un cigarrillo, me llega. Ha estado apagada durante todo este tiempo.

Afuera, está bastante fresco, pero encuentro un chico que está fumando y le pido un cigarrillo. Él me lo ofrece amable y me da su encendedor para prenderlo.