Capítulo 17

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Nos levantamos a eso de las cuatro de la mañana y partimos rumbo a Miami. Hemos bajado todas las ventanillas del auto y el viento revuelve el cabello de Gwen al compás de Boys Don't Cry de The Cure. La observo divertido mientras canta a viva voz.

Fue una noche un tanto extraña para mí. Por primera vez dormí con una mujer en la misma cama. Las veces que follé, terminé, me lavé y me fui. A Gwen ni siquiera tuve que follármela para que aceptara compartir la cama conmigo. Creí que me haría dormir en el pequeño sofá que estaba al costado, pero me sorprendió cuando palmeó el lugar a su lado y dijo que podía dormir allí mientras mantuviera mis manos controladas. Entonces, me metí a su lado y apagamos la luz. Me quedé despierto hasta que la escuché dormirse, su respiración haciéndose más suave y su cuerpo totalmente relajado a mi lado. Me dormí después de dos horas de estar observándola en la oscuridad.

—¿Cuánto falta para que lleguemos? —pregunta ella alzando la voz sobre la música.

—Ya estamos por llegar.

—Me dijiste eso hace dos horas.

—Eres demasiado impaciente, carita-linda. En media hora, estaremos pisando Miami.

Como le dije, media hora después detengo el auto en el aparcamiento frente a uno de los hoteles más lujosos de Miami. Tengo un viejo amigo trabajando aquí y siempre que he venido, he conseguido los mejores lugares para estar.

—Deduzco que ya has estado aquí antes —dice ella mientras toma su bolso de los asientos traseros.

—Sí, yo me he escapado varias veces. Miami es un buen lugar para olvidarse del mundo por un rato.

Nos bajamos y al instante el sol pica sobre mi cabeza. El calor es mucho más intenso aquí que en Atlanta o eso me parece.

En la recepción del hotel pregunto por Sam Hamilton. Diez minutos después, Sam aparece allí y abre sus brazos hacia mí en forma exagerada.

—¡Mi querido amigo Caden! —exclama. Compartimos un pequeño abrazo y luego mira a Gwen que está callada a mi lado —Cambiaste la compañía de Joey y Michael por una bella señorita.

—Ella es Gwen Hudson, una amiga —se la presento.

—Mucho gusto —dice Sam —¿En qué puedo ayudarlos?

—Nos hemos escapado de la rutina —le explico —Y sé que para hospedarse en este hotel hay que hacer reservaciones con un mes de anticipación...

—Ya lo tengo, amigo. No te preocupes, te conseguiré una habitación.

No pasan ni cinco minutos que, Sam, ya ha conseguido una habitación para nosotros. Nos conduce a ella y es una de las mejores suites. Cuando la puerta se cierra detrás dejándonos solos, Gwen, comienza a dar pequeños saltos y a chillar como una niña.

—¡Esto es increíble! —asegura mirando para todos lados.

—¿Te gusta? —pregunto.

—¿Gustarme? —se acerca a la enorme ventana y abre las cortinas de par en par. Tenemos una espectacular vista de la playa —He ido a un montón de lugares con mis padres, pero este lugar tiene algo distinto.

—¿Quieres que te diga que tiene de distinto? —inquiero y se gira a verme con un gesto interrogativo —Tus padres no están aquí para controlarte.

—¿Crees que mis padres son controladores?

—No conozco mucho a tu padre, y tu madre es encantadora. Pero se nota que ambos tienen una necesidad imperiosa de controlar todo lo que haces.

Ella abre la boca para decirme algo, pero un teléfono comienza a sonar. Ella se acerca a la mesa en donde apoyó su cartera y busca su celular. Una sonrisa tira de sus labios y agita la pantalla hacia mí.

Peligrosa Obsesión (Remake) EDITANDOWhere stories live. Discover now