7. ¿QUÉ HICISTE BRENDA?

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-!Hazlo mi amor¡

-¿Qué cosa mi cielo? Respondí tratando de que se emocionará y desearára todavía más.

-!Hazme tuya Liam, así como la última vez¡.

-!Entonces... Le dije y acerque mis labios a su oído -Te haré mía preciosa¡.

La besé apasionadamente mientras me movía lentamente, ella rechazaba aveces mis besos para poder respirar, yo no dejaba de besarla y moverme y ella igual, se movía y yo pasaba mis manos por todo su cuerpo. Ella gemía y eso me excitaba más y hacía que fuera más fuerte y más rápido. En un fuerte gémido de Brenda terminamos, ambos satisfechos y agotados. Antes de salir, la abrazé y la besé en la frente y le dijé:

-!Te amo¡

-!Y yo a ti también te amo¡. Me respondió con una sonrisa.

Salió rápido del baño y fue a nuestro cuarto a vestirse, yo me quedé ahí pensando y era la primera vez en los 15 días que llevamos viviendo aquí, que Brenda me dice te amo desde todo el alboroto de lo del embarazo y la primera vez que hacemos el amor desde nuestro cumpleaños
-!Wooow, vaya que ha pasado tiempo¡ Exclamé en voz alta.

-¿Todo bien amor? Se asomó Brenda al escucharme y vermé ahí pensantivo.

-¿Qué? Ah sí, todo perfecto vida.

-!Ok¡ Y? ¿Cómo me veo? Me preguntó sonrientemente mientras giraba mostrándome un vestido rosa con flores que se pusó.

-¿Te gusta?

-!Me encanta, te ves radiante¡. Le dije sonriente. -!Aunque te faltan los zapatos¡.

-!Uuy es verdad, ya vuelvo¡. Dijó Brenda en lo que iba a buscar sus zapatos.

Mi novia volvió a ser la misma Brenda alegre, dulce y romántica de siempre, y eso me alegraba. Era absurdo seguir soñando las estupideces que soñé.

Hoy es sábado e iremos a ver a mamá, dice que tiene una sorpresa para nosotros y Brenda está anciosa por saber, es por eso que buscaba que ponerse.

Me sequé el cabello y fui a buscar ropa, Brenda estaba buscando zapatos. Ya estaba listo y arreglado para irnos a desayunar a casa de ma y estaba esperando a Brenda en la puerta, en lo que escuchó:

-!LIIIAAAM, VEN ACÁ¡

Me asusté y de inmediato corrí al cuarto y la vi, frente al espejo, con la falda de su vestido arriba y viéndose la pancita en el espejo. No pude evitar emocionarme y hasta conmoverme de la emoción al ver a nuestro retoñito creciendo dentro de ella.

Me acerque rápido y me puse a la altura de su pancita, la toque con mis manos y no paraba de sonreír y reír de felicidad, la veía a ella tan hermosa observándome.
Brenda llevaba ya tres meses de embarazo y era la primera vez que podía ver como iba creciendo nuestro bebé.

-!Voy a tener que fajarme, ya se empieza a notar¡ Dijó Brenda viéndose al espejo.

-¿Qué cosa? Respondí tratando de asegurarme de lo que había escuchado.

-Que me quiero fajar, no quiero que se note, me veré gorda si no empiezó a fajarme desde ahorita. Respondío Brenda.

-No Brenda, no hagas eso, no te das cuenta que puedes perjudicar al bebé. Le dijé mientras me levantaba y la veía a los ojos. -No quiero darme de que te andes fajando, te ves hermosa y el embarazo no es algo que tenga que avergonzarte. Añadí en tono más serio.

Brenda sólo me miró retorícamente, cosa que jamás había hecho y salió un poco molesta del cuarto.

De camino no hablamos, cómo que se volvió a distanciar de mí por lo que le dije.

Llegamos a casa de mis padres y ma nos recibió muy contenta, nos besó y abrazó y acarició el vientre de Brenda y diciendo hola bebé. Volví a ver a Brenda y vi como le molestaba que Fio y ma saludaran al bebé, vi como el tema de las preguntas como:

-¿Cuántos meses tienes?
-¿Te has sentido bien de las naúseas?
-¿Ha comenzado a patear? por que dice mi ma que mi hermano pateaba mucho y que fue a pocos meses que lo hacía. Contaba Fio.

Brenda parecía molesta, irritada y justo en ese momento fue cuando cruzaron por mi mente las palabras que cada vez estaba más seguro que Brenda dijó aquella noche.

Pasamos a desayunar y todo y llegó ma con una gran sonrisa.

-!Les tengo una sorpresita¡

-¿Qué es? Preguntó Brenda anciosa.

Nos entregó un papel y lo leí, era para que Brenda tuviera su primer ultrasonido. Yo estaba más que agradecido, hace días le había contado que Brenda tuvo algunas molestias y que me habían recomendado llevarla a hacerse un ultrasonido, pero que no tenía como pagar uno y que en verdad estaba preocupado. Mi ma es la mejor, me ayudó mucho dandónos esa cita, la abrace y me salió un sincero:

-!Gracias ma, te amo¡.

Ella escuchó mi tono de voz y me dijó:

-Tranquilo hijo, también te amo.

Brenda permaneció ahí sentada con una sonrisa que podría asegurar era fingida, al igual que su gracias, pero prefiero pensar que era sólo cansancio.

La cita es para el lunes y espero que todo salga bien.

La Princesita de Papá.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora