Tarde…casi de noche, la oscura piel de la luna casi abordaba por completo el día. Ryan se encargaría del cuerpo de Elena, hasta que el ejército americano se enterase de su muerte. Las horas habían pasado, el día casi completo, los segundos casi desechos…y _________…no despertaba. Ni siquiera se escuchaban sus respiros. Aún seguía postrada en la cama de su habitación. No había dado señales de mejora desde que los rusos habían desaparecido por completo.
- ¿Despertó? – le preguntó Ryan, sobresaltando a Justin, este soltó la mano de _____________, la cual tenía estrujada entre su pecho, dejándola tendida.
- Todavía. – respondió susurrando. Se puso de pié, reordenando la butaca que había utilizado para sentarse junto a ella. – necesito hablar contigo. – le ordenó.
- Dime.
- Aquí no, _____________ puede despertar.
Justin caminó hasta la puerta, Ryan le siguió los pasos.
- ¿De qué se trata? – preguntó una vez afuera. Justin reposó sobre una pared, pensativo, muchas ideas ahora rondaban su cabeza. De un hombre inteligente como él, se esperaba todo, hasta lo inesperado.
- ¿Has oído lo que ese hijo de puta nos dijo?
- Como no oírlo. – respondió Ryan. – la pregunta es…¿crees que diga la verdad? ¿crees que hay más rusos en Kapaa?
- Solo tengo algo seguro. – se aclaró la garganta. – Kapaa ya no es un buen lugar para quedarnos…no podemos seguir aquí ni un día más.
- ¿Y adonde nos iremos? – le preguntó. Justin observó la puerta cerrada de la habitación de ______________.
- Comunícate como sea con la secretaría de Estados Unidos, ¿vale? , necesitamos un helicóptero para mañana.
- ¿Mañana? Lo que pides es imposible…
- Es lo único que tenemos, si no salimos de aquí…van a llevarse a ____________…
Y entonces entendió. Su amigo, el gran Justin, ya no era el mismo solo, ahora resultaba que necesitaba de alguien más, alguien que lo hacía feliz día a día, hora a hora. Alguien que se había convertido en su fuente de energía, en lo que lo mantenía vivo cada segundo, con solo ejercer aquel cargo de protector se había convertido en…algo más…algo más fuerte…en el amor…él lo era…ella lo era para él. Y eso era más fuerte que todo. Ryan asintió, sin decir más palabras, no permitiría que se llevaran a ______________, lo haría por él, por su amigo…por la misma ___________, por toda aquella hazaña que los tres estaban viviendo y que pronto acabaría. Pero aún más, por lo que Justin sentiría si a _________ le sucedía algo.
- Entendido. – afirmó.
Para entonces, una voz femenina, conocida por los dos, se escuchó de pronto.
- Justin…- la voz de ____________ se escuchó tras su espalda. Traía el cabello completamente desmelenado, las mejillas ruborizadas naturalmente, un ángel, precioso, delicado, sutil. Suyo. Justin se volteó a mirarla, para luego volver a recalcar algo.
- Haz lo que te pedí. – murmuró. Ryan asintió, al mismo tiempo que observaba como su mejor amigo desaparecía en dirección al cuarto de ___________.
