Capítulo 12.

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De madrugada. Justin era el único que caminaba solo por los pasillos. Tiene una excusa, y sabe que es suficiente como para pasarse en vela toda la noche. Trae en sus manos la Carabina que lo acompañaba siempre. No dormirá. Y aunque no lo quería reconocer, sabe que si no duerme… es por _______________, y sus última palabras. 

Se pasea por su habitación, la puerta está a medio abrir, el farol de la ventana alumbra su rostro. Justin no puede evitar mirarla con afecto, con ternura. Es preciosa, trae de nuevo esas braguitas, con un camisón blanco, que deja a traslucir su figura, sus senos, sin nada que pudiera cubrirlos, y a ella, cubierta levemente de sudor, por el jodido calor de Kaapa. 

Está enredada entre las sábanas, despeinada, pero aún así sensual, erótica y atractiva. Justin no puede evitar mirar sus pechos, una vez más. Están expuestos, cubiertos, pero puede observarlos, y recordar, al menos recordar, lo que ha vivido con ella ese mismo día. Como lo desea, como desea volver a besarla, volver a sentir su sexo dentro de su boca, de su lengua, mordisquearlo, es lo único que ha podido probar de ella, y le encanta. Se soba los ojos, están húmedos, siente que los labios empiezan a mojársele, se siente atraído, lo está y muchísimo. Su cuerpo entra en calor, no trae camisa, pero aún así siente que el calor proviene más que de solo el clima. Es _____________, y lo excitado que lo pone. Su pene está erecto, joder…con solo mirarla. Cierra los ojos, aún estático en la puerta de la habitación de ____________. Los vuelve a abrir, y se la imagina, sin ese camisón de medio vuelo, desnuda, tocándose el cuerpo, tocándose toda, ella misma. Dándose placer, la ve cerrar los ojos, está extasiada, sus dedos están dentro de ella misma, dentro de su vagina, moviéndose en círculos, _____________ alza la caderas, se la imagina así…es una diosa, y mucho más en esa escena. Dios mío, quiere comérsela. Lo está mirando todo. Está más erecto que nunca en toda su vida, quiere ser él quién le de placer, quién la haga gritar y estremecer hasta olvidarlo todo, y dejarse llevar por él…por lo que quiere darle. 

______________ abre los ojos, lo está mirando, esboza una sonrisa pequeña, Justin lo ha visto todo y se ha quedado con ganas de más. 

- ¿Te gustó? – le preguntó, su voz la hacía parecer aún más provocadora. 

Justin se miró a sí mismo, está empapado de sudor, erecto, excitado, empalmado hasta el límite, lo necesita, necesita follarla, ahora más que nunca o explotaría de puro placer. 

- Me ha encantado. – dijo cerrando la puerta. La oscuridad volvió, y de no ser por ese caluroso faro de afuera de la ventana, las cosas hubieran quedado entre ellos dos. Camino hasta ____________, desnuda, puesta en rodillas, abierta de piernas, conservaba las bragas pero no tardaría en quitárselas. 

- Prefiero que venga de ti. – susurró ella.

- Y lo será. – se puso de rodillas, quitándose a la velocidad del tiempo el pantalón de dormir, _____________ lo observo riendo, estaba desesperado, de verdad lo estaba. 

- ¿Quieres esto? – murmuró ella, y Justin pensó que era la voz más sensual que había escuchado, ni siquiera una buena película porno podía imitar lo que ahí pasaba. - ¡dime! – gritó.

- Sí, sí…joder…lo quiero, quiero follarte, quiero hacerte gritar mi maldito nombre, sentir todo lo que vas darme, ____________ yo voy a darte lo quieres, como hoy, voy a comerte…tan deliciosamente…

- Entonces házmelo Justin, hazme el amor, fóllame…ahora…por favor…- le rogó ella. Tan extasiada, tan caliente, iba a correrse de tan solo escucharlo hablar. Al igual que él. 

Justin se apresuró, quería apretarla de las caderas, y hundirse en ella, entregárselo…entregárselo todo de una maldita vez. 

- ¿La espías? – preguntó el gilipollas de Ryan, tras él. Justin cerró y abrió los ojos. Sobándose, estaba tan jodidamente excitado, empalmado, erecto, completamente sudado, como si se hubiera tirado el mejor polvo de su vida. Al contrario, solo había…soñado una vez más lo prohibido que sería tener sexo con ella. 

- No. – lo miró mal. – solo vigilaba si dormía bien.

- Llevas aquí mucho tiempo, como si no te conociera.

Justin cerró la puerta, Ryan podía ser su mejor amigo, pero sí de mujeres se trataba, eso era primero. No quería que se propasara viéndola, solo él…podía hacerlo. 

- Estoy aquí porque no quiero que nada le pase. – aclaró, y parte de la verdad era esa. 

- Nena. – murmuró Ryan, jodiéndolo. – te gusta, ¿eh?

- No jodas. Y vete a dormir.

- Te gusta. – lo miró, Justin no tardaría en cabrearse más. ______________ no era un tema de conversación que le gustara tener con nadie. No era un tema, era algo que sentía. Pero no sabía qué. – y ese día… ¿te la tiraste?

- A la mierda con esto. – murmuró él. – no puedo hacer eso, y lo sabes, joder… ¿tienes idea de cuánto estoy aguantando para no follarla? Me lo ha pedido, y se lo he negado. – se despeinó. Cogió la carabina, al mando. – yo no estoy para esas cosas Ryan. Lo sabes. Cuando esto acabe, me iré, a donde mierda me diga el ejército.

I'll be your protector | Justin Bieber & Tú +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora