Capítulo 5.

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Y no seguiría aguantando más las porquerías de Justin y su mal humor. Ella era ________. No cualquier mujer, a la que trataban como querían. Era la hija del presidente. Y él, tan solo…un jodido recluta que se creía el mejor. 

- Ya está. – farfulló Justin. Acabando de colocar todas las cámaras de seguridad en su sitio. Satisfecho.

- El GPS también está listo. – murmuró Ryan. Casi y podía escuchársele, por lo cansado que estaba. Odiaba pensar tanto, odiaba programar un GPS, odiaba ayudar a Justin en sus misiones. - ¿te molesta si me voy dormir? 

- No has hecho nada. 

- Por supuesto que sí. ¿Crees que programar un jodido GPS es sencillo? 

Justin negó con la cabeza. En fin, tal vez Ryan tenía razón. Se había pasado la tarde instalando cosas, programando equipos. Quería descansar, en el fondo él también quería. 
Ryan se metió en su habitación. 

Justin se quitó la ropa, empezando por esa camiseta ceñida, color negro. ¿Pero dónde mierda estaba _______? No la había visto en todo el día. Bueno…desde aquella pelea. 

Abrió la puerta de su habitación, mientras sin dejar pasar mucho tiempo, arrecostó su cabeza en aquella almohada. No había podido dormir bien anoche…por ________, por ella y su jodida aparición en bragas. 

Cerró los ojos, tan solo un par de segundos, tratando de concentrarse, tratando de buscar el sueño. ¿Y si le ha pasado algo? ¡Mierda! _________ era una descuidada, una malcriada, podía hacer lo que quisiera cuando quisiera. Se puso de pie, casi al mismo tiempo que se había acostado. De nada servía estar en una lujosa cabaña, con ________ de responsabilidad. 
Salió hasta el pasillo. Ni un maldito sonido se escuchaba ahí afuera. Todo estaba callado. Silencioso. Miró a todas partes, mientras se cercioraba de que las cámaras siguieran en su lugar. Solo él sabía dónde encontrarlas. 

Entró de un girón a la habitación de ________. No le importaba si esta lo hubiera matado después de eso. Gracias al cielo ella…no estaba. Ni ahí, ni en su cuarto de baño. Cerró la puerta. Asustado. El pulso empezó a temblarle. Tensó la mandíbula, mientras regresaba a su habitación. Palpó su Carabina M4 -MP5, escondida en uno de los cajones de su mesa de noche. Si ________ corría peligro, él no se lo iba a perdonar nunca. 
Pero en vez de encontrar peligro…escuchó el agua de la ducha, proveniente del baño principal de la cabaña. Colocó la Carabina sobre su hombro, recta. Mientras se pegaba a la pared. Curiosamente, la puerta estaba a medio abrir, dejando escuchar claramente el sonido del agua. 

Respiró hondo, y de un solo girón, entró al baño, apuntando al aire. Atento, sin camisa, y apuntándola…________ le sonrió. 

- ¿Qué haces? – le preguntó mirándolo. Traía el cabello mojado, mientras su pequeño cuerpo se escondía entre las cortinas del baño. - ¿vas a matarme tú, ahora? 

- No…no…perdona. – cerró y abrió los ojos rápidamente. Tarde unos segundos en darse cuenta de que _______ estaba desnuda, cubierta, pero lo estaba. Justo en frente de sus ojos. – pensé que te había pasado algo.

- Te lo dije, te tomas muy a pecho todo esto. – cerró la cortina. Mientras seguía jabonando su cuerpo, suave, delicada. Justin pasmó su mirada en ella, en su cuerpo…Dios, _______ terminaría por matarlo. Saboreó sus labios, con cuidado. Dio algunos pasos hasta ella. ¿Qué mierda hacía? hace algunas horas le había dicho que no quería nada…y ahora…lo único que quería era abrir esa jodida cortina, y hacerla gozar profundamente. Hasta que olvidara todo el incidente de hoy en la mañana. 

Y no tardó en hacerlo. Abrió las cortinas del baño…
encontrándose con una _______ diferente. Observó como el agua se paseaba deseosamente por su cuerpo, recorriendo aquellos senos que él no había dejado de mirar, desde que la vio. Aquellas caderas, deseables caderas que ahora podía ver personalmente. 

- Justin, por Dios…vete de aquí. – le rogó. Cubrió ligeramente sus senos. Y todo pudo a ver acabo ahí, si es que en ese momento una sonrisa no salía de sus labios. 

- ¿No era esto lo que querías? – susurró él. Se quitó las botas, dejándolas tendidas sobre el piso. Abrió un poco más las cortinas. Y se introdujo en aquella ducha, pequeña y estrecha, rozando su cuerpo con el de ella. Tan seductor, tan peligroso. – solo…solo dime que me vaya de nuevo, y lo haré. Y me iré. – le pidió. Sabía que con una sola palabra de rechazo, proveniente de los labios de ________...bastaría para acabar con ese jodido momento. La miró a los ojos, ________ era preciosa. De verdad lo era, y aquellas ganas que traía por besarla, por sentir su cuerpo, por escucharla gemir, se hicieron mayores. – Dímelo. – la pegó hasta la pared. ______ cerró los ojos. – pídeme que me vaya, y así lo haré. – no era él, joder, él no era así. ¿Desde cuándo…desde cuando era tan débil? 
Justin despertó. Maldito sueño. Traía el torso ligeramente cubierto por una fina capa de sudor, como si verdaderamente ese jodido sueño…se hubiera hecho realidad. ¿Y que más quería él?

Se restregó los ojos. ¿Qué había soñado?...y con quién. Maldijo para sus adentros, mientras alguien abría rápidamente la puerta de su habitación.

- Justin…- murmuró Ryan, mirando a ambos lados de la habitación. Como si se dedicara a buscar a alguien. – mierda, pensé que _________ estaba aquí.

- No. – la mente de Justin se nubló de nuevo, recordando un pequeño y excitante fragmento del jodido sueño de hace rato. - ¿Por qué?

- No está en ninguna parte de la casa.

I'll be your protector | Justin Bieber & Tú +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora