Capítulo 31.

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- Justin, déjala. – la advirtió Elena.

- Déjame en paz tú, oh mierda…- se quejó, colocándose un par de pantalones sobre el bóxer. – mira lo que has hecho. 

- Lo siento, solo vine a verte y…

- ¿Y te probaste mi ropa? No me jodas. – le gritó. Fastidiado. – escúchame bien algo, esto se acaba aquí ¿me entiendes? – corrió hasta la puerta. – no te me vuelvas a acercar, porque estoy seguro de que no te gustará saber quién puedo ser yo realmente. 
Salió corriendo por el pasillo de habitaciones, con una liviana esperanza de encontrar a _________________ ahí afuera, y no aprisionada en su habitación y en sus pensamientos. 

- Mi amor…- susurró, al verla llorar fuertemente contra la encimera de la cocina. En toda esa fría y dura vida que él había conseguido subsistir, nunca nada le había dolido tanto como ver a ______________ de esa manera. 

- No me llames así. – le pidió ella sin intención de pelear, no tenía fuerzas, no tenía ganas, Justin la vencía de todas formas…se había convertido en lo más importante en su vida, el único que podía hacerla reír con un gesto, y herir tanto…con una sola palabra. – por favor…ya olvida todo esto…

- ¿El qué? – le preguntó él. Caminando hacia ella, ______________ solo optó por retroceder, levantando los brazos. - _____________...joder, todo esto ha sido un mal entendido. 

- Lo nuestro ha sido un mal entendido, Justin. – susurró. Sin ganas. Las lágrimas volvieron a sus ojos.

- No digas eso…no…tú no entiendes, Elena solo entró para buscarme…no tuvimos nada, te lo juro. 

- ¿Y qué más da? – lo miró a los ojos, empapados en lágrimas. – tal vez esto solo me enseñó que entre tú y yo no puede a ver nada. 

- No, no…_____________ escúchame, escúchame un momento…- le pidió. No sabía cómo es que ella pensaba eso de los dos. Se acercó pausadamente a su preciosa chica, ____________ se pegó a la pared, no había nada que la pudiera ayudar a escapar, ahora era de él…de quién necesitaba protección, para dejar de amarlo. – te amo…te amo princesa, lo sabes…- le volteó el rostro hacia él. Ella volvió a apartarlo. – te lo juro, no pasó nada entre Elena y yo, no te he mentido nunca, desde que llegué aquí siempre he dicho la verdad. 

- ¡No me importa! – gritó ______________. Desahogándose. – eso…eso no importa joder, míranos…no tiene sentido Justin. 

- ¿Ahora vas a ser tú la que te arrepientas? – le preguntó él, ___________ tragó saliva, intentando no llorar. Justin pegó su cuerpo más al de ella. – me vas a negar que…amas cuando te toco…- le besó la mejilla, involuntariamente. – que amas cuando te beso…cuando te hago el amor…- ella cerró los ojos, adormecida por sus palabras, para luego volver a abrirlos con más fuerza en los brazos. 

- Suéltame…por favor…- no podía luchar contra un militar de su talla. 

- No hasta que me lo niegues. – la miró a los ojos. – niégame que me amas. – le pidió riguroso. 

- No puedo…- declaró rendida. – pero es justo lo que voy a tratar de hacer.

- ¿Por qué? – preguntó Justin. De pronto, y sin saber por qué, algo empezaba a nublarle la vista, tan depresivo e instantáneo, no podía controlarlo, no podía detenerlo, jamás lo había sentido de esa forma, aquel sentimiento que solo experimenta con ella, con ______________, la única que podía hacerlo llorar como ahora. 

Y no tenía respuesta para su pregunta. Tanto había sido el odio que había sentido cuando vio a Elena en el cuarto de Justin, que ni siquiera había pensando bien sus palabras. Él la miró, detenido, buscando respuesta en sus ojos, en sus labios, en su boca, en su aliento, algo que le orientara un poco, que le hiciera entender: ¿por qué? ¿Qué había fallado? Si se había entregado a ella como un niño pequeño, como un joven. Se lo había dado todo, se lo daría todo, hasta su vida. Y no dejaría que terminara, porque era ahora donde entendía el verdadero significado de su misión, el verdadero propósito del presidente al enviarlo a cuidar de su hija, la protegería, y la amaría hasta el final. 

- Te amo, ______________. – le dijo de nuevo. Fue entonces cuando ella cayó en las mismas redes, las de los brazos de Justin, se dejó llevar por él de nuevo. – te amo…por favor, perdóname…sé que piensas lo peor de mí, pero jamás…jamás te engañaría de esa forma.

Se acercó a sus labios, pequeños, y mojados por las lágrimas, quería besárselos intensamente, eran suyos, lo sentía así cada vez que la besaba, entonces…no aguantó más aquellos impulsos que le recorrían el corazón, y se inclinó para besarla.

- ¡Justin! – gritó Ryan. Apareciendo de pronto, _____________ se separó de Justin tan rápido como pudo, mientras Justin, maldiciendo, observó el semblante pálido de Ryan. – han matado a Elena…

I'll be your protector | Justin Bieber & Tú +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora