Guerra De Capitanes #wattys 2019

Parte 1 Mi yo animadora

- ¿Por qué? - hizo una mueca con los labios a la vez que me soltaba - Desde siempre la capitana y el capitán están juntos.

- Creo que viste demasiadas películas cliché.

- ¿Cli... qué?

- Déjalo, demasiado para tu inteligencia, quarterback - palmeé su pecho con suavidad.

- Vamo, déjate llevar, capi - acercó su cara a mis labios lentamente con picardía, pero alguien interrumpió mi cachetada.

- Alexandra, ¡Yo te salvaré! - era Chad, un amigo de mi hermano Trent y también miembro del equipo de fútbol.

Vi como Chad volaba por el pasillo en dirección a Caleb. Ambos cayeron de lado, quejándose. Le tendí una mano al recién llegado y lo ayudé a levantarse dejando al castaño de ojos verdes en el suelo

- ¿Estás bien chico duro? - solté una carcajada.

- ¿Yo? Eras tú la que estaba siendo acosada.

- Eh... solo estaba cumpliendo su sueño - se quejó Caleb desde el suelo 

- Tú calla - mi hermano mayor Trent apareció por detrás de él y le dio un golpe en la cabeza- Alexandra, hoy os llevo yo a casa. Recoge a Max y a kelsey de clase, y ves al aparcamiento. Pero no te acostumbres que cuando empiecen los entrenamientos tendréis que volver andando.

- Hecho.

Me giré y me fui a mi casillero para recoger las cosas de mi próxima clase.

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Estaba llegando  a la clase de mi hermano pequeño Max, cuando escucho una pelea en el patio, y como no, él es el protagonista.

- ¡Eh! ¡ Idiotas! - me meto en medio y los termino de separar, y en el camino me llevo un golpe en la cara - Mierda, ¿Se puede saber qué narices os pasa?

Mi hermano miró al suelo arrepentido no sé si a casua de estar pegándose con otro chico o porque lo he pillado. Sin embargo el otro chico que reconozco como el hermano pequeño de Caleb me mantiene la mirada retándome a hacer o decir algo.

- Será mejor que te relajes un poco, no querrás ser expulsado. - eso hizo que bajase la mirada. - ¡Todos los demás fuera! Y que alguno de vosotros me diga qué ha pasado.

- Alexandra... - habló Kelsey detrás de mí. - Ha sido culpa de Robert.

- ¡Cállate!¡Tú ni si quiera te estás peleando! - Max  se volvió a tirar encima de Robert.

- Eh ya basta - un golpe vino esta vez a mi brazo - ¡Ya! Los dos vais a venir a ver al director - estaba perdiendo la paciencia con estos dos.

Ambos se pararon, y mi hermano se levantó.

- Pero Alexandra, has escuchado cómo le ha contestado a Kelsey, tendrías que defenderla también.

- Pero no a golpes, eso no está bien, Max. Kelsey, explícame por favor qué ha pasado.

- Hemos salido de clases, y Robert a empezado a decirme cosas desagradables, y luego me ha tirado las cosas al suelo - Robert se iba a quejar, pero alcé la mano - y entonces apareció Max y empezó la pelea.

Me paré un segundo.

- Esta vez, os lo perdonaré, ¿De acuerdo? A la próxima, llamaré al director. Ahora vámonos a casa. Trent nos espera en el aparcamiento.

 Miré como cada uno recogió las cosas y juntos fuimos  al aparcamiento. 

- Cuánto habéis tardado - Trent estaba impaciente mirándonos con reproche.

Ninguno de los pequeños respondió, a lo que Trent me miró extrañado, pues Max siempre tenía una contestación o una excusa para todo.

De camino a casa todo estuvo en silencio. Y una vez llegamos cada uno se fue a su cuarto sin decir nada.

- ¿Qué ha pasado?

Sabía que si se lo decía a Trent, se enfadaría mucho, y no quería involucrarlo en los problemas de Max y Kelsey así que decidí ignorarlo.

- Nada, no sé de qué hablas.

Él lo dejó pasar y se fue a preparar la comida de hoy, mientras aproveché para organizar las asignaturas y poder empezar en cuanto me mandaran tareas.

Entre tanto miré mi teléfono, mis amigas ya habían hecho  un grupo para hablar y organizar las pruebas. Estaba deseando entrenar.

- ¡Alexandra! Baja un momento - me llamó mi hermano Trent.

Fui al patio trasero y allí estaba él pasándose el balón con Max.

- Juega con nosotros, jugar dos solos es aburrido.

- Las chicas no pueden jugar fútbol - dijo seriamente Max, lo que provocó que se llevara un golpe de mi parte.

- Maldito enano molesto, probemos quién gana entonces.

Cogí el balón y corrí fuera de su alcance.