Capitulo 8

3.2K 225 20
                                    

Al despertar lo primero que vio fue, el, estaba de pie con la mirada perdida del otro lado del cristal con el torso desnudo. Lo miro detenidamente, espalda ancha y fuerte.

Memorizo todo lo que habían sucedido anoche. Se resumía a solo una cosa, placer, que ella había disfrutado con tanta intensidad llevándola a tener varios orgasmos. Su primera vez quedo en el olvido; él le había regalado una primera vez que había sido inolvidable. Un recuerdo que trascendería y jamás lo olvidaría.

«Te volveré obsesa al sexo» ¿a qué se refería? Sin darle vueltas prefirió sonreír; su cuerpo estaba sensible y adolorido. Suspiro al unísono. ¿Que tenía ese chico que, con solo una mirada, comenzaba a perturbarla?

Se levando; se puso las bragas que estaba en el suelo. Camino hacia el con los pechos expuesto, sintiéndose excitada a medida que se acercaba para abrazarlo.

«Puedes hacerme lo que quieras, ahora soy tuyo» ¿en verdad podía hacerlo? Le tomaría la palabra.

Lo abrazo por detrás apretando su pecho contra su espalda rígida.

─Bueno días, nena.

─Hola, buenos días ─animada pego su cabeza..

La observo por arriba de su hombro.

─Sabes, si no me sueltas en los próximos diez segundos te voy a dar duro contra la cama; desde que sentí tus pechos me has puesto-

─Sin amenazas. Si lo vas hacer, que sea ahora.

─Tú lo has pedido.

Se dio la vuelta. La tomo en sus brazos. Ella colgada en su cuello sin perder de vista esa mirada.

La deposito en la cama. La beso con pasión mientras ella trataba de seguirle el ritmo.

Le quito las bragas rápidamente con destreza. Abrió sus piernas, ella sintió vergüenza, intento taparse esa zona pero la fusilo con la mirada.

Se quitó el pantalón, Alice enarco una ceja, su erección era vigorosa.

─¿Estas lista? ─pregunto con una sonrisa llena de malicia.

Ella asintió. Todo eso volvería a entrar nuevamente en ella.

Antes de tirar el pantalón se sacó un condón del bolsillo. Se lo puso. Y fue hacia ella.

Comenzó a bezar sus pechos, primero uno después el otro. Aun no entraba y ya se estaba poniendo húmeda. Cerró los ojos al sentir su palpitante sexo sobre su vientre. La beso una última vez en la boca.

Sintió el látex sobre su clítoris una y otra vez, eso la encendía; lo frotaba sobre su sexo de arriba hacia abajo para estimularla.

─Bien, nena. Comencemos.

La dejo ir dentro sin contenerse. Alice abrió la boca liberando un gemido arrasador, eso le gustaba; escuchaba sus quejidos cada vez más fuertes. Cada envestida era dura y placentera que la hacían ahogar su propia voz.

─Grita, nena. Vamos.

Ella abría las piernas para dejarlo entrar aún más. Lo quería dentro, completamente. Se llevó las manos a la boca, quería impedir que sus lamentos salieran, aun se sentía avergonzada de escuchar su propia voz hacer aquellos sonido tan eróticos.

Le quito la mano y se las aferro contra el edredón. La embistió con más vigor. Se colgó en su boca. Ella arqueo su espalda, se separó de su boca y liberó aquel gemido glorioso provocado por el orgasmo. Sin intensiones de quedarse atrás se dejó ir.

Rincón Exquisito © (Editando)Where stories live. Discover now