Capitulo 37

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─Limpio, señor.

José asintió. Había dado la orden de herirlos pero no quitarles la vida.

Toda la recepción estaba echa añicos por las balas de alto calibre. Agitado enfundo su arma.

─Tomaremos el ascensor, Jasón y los demás nos esperan. Hay que estar preparados-

─No tan rápido ─dijo una voz fría como el viento.

José se dio la vuelta para verlo, un fantasma entre las sombras aparecía ante ellos. Estaba furioso como nunca. Apretó los puños.

Detrás de él había doce hombres o más con las caras cubiertas con pasamontañas.

Saco un arma y apunto hacia José.

─Están poniendo a todos en peligro.

Los dos hombres que estaban al mando de José apuntaron hacia él.

─Bajen las armas ─les ordeno José con la mano.

─Pero, señor.

─Que las bajen he dicho.

José aun no podía creer lo que sus ojos miraban. Qué clase de juego era este. Acaso todo había sido una farsa.

─¿Qué pasaría si tu mueres? Tienes una hija, aun es pequeña para que pierda a su padre ─apretó el puño de la mano libre─. Esta es mi batalla. Dos opciones o te vas o te mueres.

─No puedo elegir.

─Chicos hagan su trabajo ─le ordenó a sus hombres. Ellos obedecieron y pasaron a un lado de José─. Ya has hecho mucho.

José no podía hablar.

─Debes regresar a tu casa, José. Tu familia te espera ─guardo el arma. Frunció el ceño, camino sobre lo vidrios rotos que crujían a su paso.

─Usted es mi familia.

El hombre desconocido volteo.

─Por eso debo cuidarlo, señor.

─Debes volver, ya has hecho suficiente.

─Mi deuda con los Stilman es grande.

─Ya no hay deuda, yo puedo protegerme solo.

─Pero-

─José, obedece.

─Señor Stilman, esto será lo último que hare por usted.

Se dio la vuelta y continúo hacia el elevador.

─Lo último, ¿entendiste?

José aun no asimilaba que la persona que estaba enfrente era Marc Stilman. Se suponía que estaba muerto, en ese momento trágico no había mucho que pensar, Nym debía ser atrapado.

Santi y Ángel forzaban las puertas, pero la mayoría estaban vacías, no había rastro de Nym.

─No puede haber escapado.

─Nos quedan siete habitaciones por revisar ¿algún plan? ─pregunto Santi.

─Solo acorralarlo y esperar a que vengan los demás.

Ángel, aquí Jasón, el área está limpia. Ha llegado refuerzos... y por cierto un muerto viviente va hacia ustedes.

─¿Así que me van a acorralar?

Los dos voltearon.

─No me hagan reír ─tenía un antifaz amarillo. Era el tipo que estaba que habían revisado hace unos instantes─. Mi actuación fue buena no es así ─comenzó a reír.

Rincón Exquisito © (Editando)Where stories live. Discover now