Capitulo 7

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En la noche más oscura, se marca la pauta entre el deseo y la seducción "caballero de la noche"

Cruzo la calle pues del otro lado se encuentra el club, con letras gigantes iluminadas por luces de neón, "Phantasy". El dueño era Alex, un ex amigo de la universidad. Se había hecho de buen dinero, y en tampoco tiempo había logrado demasiado. Todo comenzó cuando Alex se había quedado sin dinero, fue así que, comenzó un juego el cual consistía en subastar a sus compañeros, Santi accedió, aunque le seguía pareciendo una idea demasiado estúpida. La subasta se organizó dentro de una de las casas de fraternidad de la universidad, él y otros fueron vendidos a las chicas. Santi, aun no asimilaba lo que estaba ocurriendo, esa noche salió con su maestra de inglés. Una treintañera que había pagado por él.

Vestía un traje de marca refinada. Se ajustó la corbata negra, y por último se colocó el antifaz del mismo color de la corbata, era una de las reglas; cubrir tu identidad.

Con elegancia y prestigio comenzó a caminar por el pasillo principal en donde aún estaban los cuadros que adornaban las paredes de rojo vino, una semana antes Alex había dicho que las quitaría. Al final estaban las cortinas de satín rojo que le daban la bienvenida al vestíbulo.

Cuando entro todos se le quedaron miraron, jamás pasaba desapercibido. Del lado derecho estaban los "activos" sentados en una sala de estar, y detrás de ellos estaba una barra, y del lado izquierdo, las adquisidoras que lo observaban, pero solo una se percató de su insólita presencia.

Detrás del vestíbulo había otro pasillo con un elevador, ese mismo los conducía a otro salón mucho más amplio donde, si lo deseaban, degustarían de una cena.

─Tan puntual como siempre.

Santi se giró, aquel tipo tenia puesta una máscara veneciana que le cubría todo el rostro, pero sin duda era Alex.

─Sabes que me gustar llegar antes de la adquisidora ─relajado se metió la mano en los bolsillos.

─Lastima, ha llegado antes de lo esperado. Esta algo... nerviosa ─Santi podía imaginar una sonrisa burlona detrás de esa mascara─. Es primeriza.

─¿Dónde está?

─Búscala tú mismo ─apunto al lugar donde estaba sentadas aquellas mujeres.

─No soy adivino, Alex.

─Pues entonces ve hacia ellas y pregunta tú mismo.

Santi esbozo una sonrisa coqueta, la idea le apetecía más que nada en ese momento.

Dejo a Alex y se dispuso a ir hacia donde su instinto lo llamaba.

─Buenas noches, caballero de la noche a sus servicios ─su mirada era una llamarada intensa con oleajes azules que desconcertaban a cualquier mujer─. ¿Alguien de ustedes me ha adquirido?

Todas se miraron una a otra, pero nadie decía "yo".

─Se ha adelantado ─Alex se sacó del bolsillo las llaves de la habitación─. Esta nerviosa, trátala bien.

─No tienes de que preocuparte. Jamás has tenido una queja de mí.

Se alejó, nervioso dio un suspiro. Anhelaba estar dentro de ella, saquear su boca y hacerla suya toda la noche. Su alocada imaginación le provocaba una erección que no quiso disimular.

En el pasillo tomo el ascensor; su habitación la numero doce. Cuando las puertas estaban por cerrarse una pareja entro, la mujer tropezó pero cayó frente aquel chico, ambos no dejaban de reír. Se fijó mejor, era Escarlata, así se hacía llamar por su inusual antifaz, su adquisidora era mujer muy atractiva, pero no más que Alice, tal vez tenía unos cuarenta, era de cabellera rubia platinado, cuerpo seductor y un busto prodigioso.

Rincón Exquisito © (Editando)Where stories live. Discover now