Capitulo 9

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«Te espero en mi oficina»

Melissa miraba a su amigo con el móvil.

─¿Pasa algo? ─le pregunto.

─No ─dejo el móvil a un lado y continuo con lo suyo. Volvió a vibrar una, tres veces más.

«Ven ahora»

─¿A dónde vas?

─Tengo que entregarle un reporte a la jefa.

─¿Reporte?

─Me ha encargado la publicidad de una asociación ambientalista.

─¿Y dónde está el reporte?

Tomo el USB de su bolsillo para justificar su pretexto─. Aquí.

Percibía su mirada llena de sospecha, pero sin darle importancia se marchó.

Llamo dos veces a la puerta, cuando ella se lo permitió, entro. Tomo asiento, ella tecleaba algo en el ordenador.

─Te he dicho que vinieras, no me hagas esperar ─dijo sin apartar la mirada. Era ágil con los dedos─. Cuando te diga "ven" lo tienes que hacer ¿entendido? ─vio aquellos labios encubarse en una leve sonrisa. Leve pero ardiente. Volvió a clavar la mirada en el ordenador─, ¿Por qué te ríes?

─Me causa gracia que quieras parecer exigente.

─Lo soy.

─Pero no demasiado, Jefa.

─No me llames así.

─Está bien, Jefecita.

─Tampoco.

─Entonces ¿cómo debo llamarte?

─Tu sabes...

Simulo desconcierto en su mirada─. ¿Adquisidora?

─No voy a caer en tus jueguitos.

─Por que no me miras a la cara ─sonrió con malicia, mientras lo hacía podía percibir el aroma de aquel perfume que tanto le gustaba─. Mírame ─ahora, era el quien daba las órdenes.

─Las adquisidoras no recibimos órdenes de los "activos"

Negó pero ella no lo vio─. Mírame.

─No.

─Entonces, iré hacia ti.

No había que pensarlo. Se levantó, rodeo el escritorio. Apoyo las manos en silla ejecutiva y la hizo girar. Solo un pequeño centímetro los separaba de sus rostros. Miro sus labios luego a esos ojos.

─¿Qué ocurre?

─N-nada ─parpadeaba nerviosa mientras esa mirada azul la estudiaba.

─Los activos estamos para complacerlas, nunca tenemos que obedecerles. Recuérdalo.

Le dio un beso fugaz. Y sin que eso fuera suficiente la beso con mucha más intensidad.

─Espera ─dijo apartándose de sus labios, aunque no era lo que quería, deseaba tener más tiempo para estar pegada a su boca, a sus labios─, alguien puede entrar.

─Eso lo hace más excitante.

─Toma asiento, por favor.

─¿Te gusto? ─pregunto mientras volvía a su sitio─. El beso, claro.

─No es un buen lugar para besarnos. Si nos ven puedo tener problemas.

─Te hice una pregunta ─espero por su respuesta pero esta nunca llego─. Tomare tu silencio como una negación de que no te gusto.

Rincón Exquisito © (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora