Capitulo 5

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El lunes ninguno de los dos hablo de aquel beso en la cocina. Y no es que fuese algo importante, al menos para él. El martes se encontró con Alice dentro del elevador, intercambiaron un par de palabras; ella nerviosa mientras miraba sus azules. Su jefa cambiaba, se mostraba diferente, al menos con él.

─Entonces...

─Debo pensarlo ─dijo el mientras miraba por la ventana de su oficina.

─Solo es un desayuno. Nada más ─se acomodó un mechón detrás de la oreja.

─No creo que sea buena idea, los demás nos verán juntos y pueden pensar ─se dio la vuelta. Su mirada era cálida.

─Si es por David no tengo por qué darle explicaciones ─aparto la mirada, la ponía nerviosa.

─Por él y por todos ─inhalo profundamente la fragancia de su perfume.

─¿Sí o no? responde.

Era tan bella aun cuando trataba de parecer molesta. El ceño fruncido y sus labios... labios tensos que formarían una agradable sonrisa si tan solo...

«Si tan solo consiguiera volver a tocar esos labios»

El tono de sus labios era de color durazno. Atractivos, demasiado exquisito para él. Se resistió a sus impulsos, no la besaría, por ninguna razón la tocaría.

Antes de salir volteo hacia ella, permanecía quieta detrás del escritorio esperando por su respuesta. Un sí o un no.

─Te estaré esperando en el estacionamiento ─dijo él.

─Espera.

─Estacionamiento. No tardes, Alice.

Cerró la puerta.

«¿Tan pronto?»

Con el corazón a mil saco de su bolso un pequeño espejo para mirar si necesitaba algo de maquillaje. Se froto los labios. Se volvió a mirar. Aquel calor otra vez allí, se dio cuenta de que estaba sonrojada. Algo que era muy inusual en ella.

─¿Cómo puedes ponerme así Santi? ─susurro.

Espero en silencio a que el semáforo le diera el paso. Mientras tanto observo a Santi que escribia un mensaje de texto.

─¿Tu... novia? ─dudo en preguntar.

─No tengo novia.

─La otra noche... te vi besando a esa chica ─apretó las manos en el volante.

─Era una amiga de Melissa.

─¿Entonces es tu amiga con derecho?

─No.

─¿Entonces?

Metió el móvil en el bolsillo.

─No es nada. Sus labios se me antojaron, aparecer los míos a ella, nos dios un beso y ya.

─Eso es inapropiado.

Fue inevitable no reírse.

─¿Inapropiado? Para mi es lo contrario, Alice.

─Para mi es repugnante ─lo contradijo─. Todos los miraban.

─Un beso es un beso. No voy limitarme solo porque a otros les parezca que no es correcto.

─Pobre chica, no tendría futuro con alguien como tú.

─¿Perdón? ─dejó de sonreír.

─Solo estabas jugando con ella ─observo sus facciones tensarse.

Rincón Exquisito © (Editando)Where stories live. Discover now