Capitulo 31

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─Tengo condiciones.

¿Dinero? ─Elisa se quitó los anteojos.

─No.

Santi observo la extravagante oficina del fallecido Stilman. Muebles de piel fina algo inalcanzable para su condición, un gran cuadro de una mujer mayor, tal vez era su abuela. Al parecer era un lector nato, tenía un gran librero detrás del escritorio.

─¿Quién está a cargo de todo su imperio?

─Yo ─se recostó en la silla ejecutiva. Tecleaba mientras miraba el monitor─. El testamento reza que soy la absoluta propietaria de todos los bienes.

─¿Eras su novia?

Ella esbozo una pequeña sonrisa.

─Novios no, él y yo teníamos una relación con beneficio, ambos estábamos bien. Todo inicio tiene un final, al final quedamos como buenos amigos.

─¿Algún familiar?

Ella negó─. Solo, totalmente solo... creo que el destino estaba jugando con su vida... primero fueron sus padres, luego su abuela, su novia... bueno ella no murió pero lo abandono... después sufrió un accidente y trágicamente perdió la memoria... no pudo superarlo y al final... pues murió.

─No iba a superarlo... perdió la memoria... no es algo tan simple.

Tienes razón... ─permaneció en silencio con la mirada perdida─. Bueno, ya hable de Stilman, ahora ¿háblame de ti?

─No hay nada interesante.

─Lo dudo, alguien como tu debe de tener buenas historias del club.

─Te aseguro que no hay nada que contar.

─Lastima... ¿Cuánto cobras?

Sonrió─. Ya no pertenezco a ese lugar.

─¿Por qué?

─Digamos que encontré mi camino.

─Tu novia.

─Es lo más preciado que tengo...

─¿Algún plan para entrar de nuevo al club?

─Si, pero tendrás que ayudarme.

─¿Qué tengo que hacer?

─Lo primero será conseguir muchas mujeres ─saco la tarjeta negra de su bolsillo y se la entrego─. Cuando lo hagas, quiero que todas llamen a ese número y pregunte por caballero de la noche, deben insistir, deben pedirme a mí. Y para convencerlos tienen que redoblar la cantidad que pagaran por mí.

─Eso es sencillo, en este edificio hay muchas mujeres ─comenzó a reír─. Yo también puedo marcar ¿verdad?

─Claro.

─Pero no será un poco sospechoso.

─Lo será, pero Alex no dejara pasar esta mina de oro, le gusta tanto el dinero que no pode ver más allá de sus narices.

─Daré la orden para comenzar.

─Espera... antes tienes que saber mis condiciones... quiero seguridad para mí, y no solo eso, quiero que garantices que saldré ileso de todo esto.

─Te aseguro que así será.

─Y también quiero que el club desaparezca de una vez por todas.

─¿Desaparecerlo? No veo algún motivo para dejar ese buen lugarcito.

─No lo comprenderías, pero en ese lugar aún está mi sombra, si quiero amar de verdad debo enterrar todo ese lugar.

─Una parte de ti sigue en ese lugar... estas tentado a volver ¿no es así?

El asintió.

─Te prometo que me desharé de ese lugar por ti... ─se acercó a su cuello─. Lástima que no nos conocimos antes mi querido amigo ─le mordió suavemente el lóbulo─. Es hora de comenzar, puedes irte.

Dos horas después su móvil comenzó a timbrar. Pero el no respondía espero con tranquilidad. Del otro lado se imaginaba a Alex algo desesperado, el dinero se le iba de las manos. Esa misma tarde hablo con Melissa, hizo algunas pausas, no podía contarle lo que estaba a punto de hacer y que volvería al club.

─Te noto diferente... sé que ocurre algo y no me lo quieres decir.

─No está pasando nada, es solo que estoy muy agotado.

─¿No me estas mintiendo?

«Si y lo siento»─. Para nada ¿y tú como estas?

─No me cambies el tema.

─No lo hago, que tiene de malo que quiera saber de mi novia, no sabes cómo te extraño.

─Los días están pasando muy lentos. Ayer fui de compra con tu madre, preparamos la cena juntas y hablamos de ti.

─¿De mí?

─Si, pero ni creas que te voy a decir, es un secreto.

─Nena, te quiero...

─Eso se escuchó como un adiós...

«¿Y si así fuera?»─. Nunca te dejare.

─Ven el fin de semana, por favor.

─Lo intentare... no te prometo nada.

─Con que lo intentes es más que suficiente para mí. Te dejo para que descanses. Besos. Piensa en mí.

─Todo el tiempo, nena.

A las diez de la mañana regreso a la sala de juntas. Era hora de poner en marcha el plan de Jasón. Era un investigador que trabajaba para el gobierno, antes era un militar de las fuerzas armadas de los estados unidos, junto con José hicieron varias excursiones. A diferencia de José, el quería capturar a Nym para hacerlo pagar por sus crímenes, pero especialmente por aprovecharse de las jovencitas, Nym además de lavado de dinero era un sádico que tenía una pequeña red de prostitución.

─Un hombre como él debe pagar por sus crímenes.

─Pareces un justiciero ─comento Santi.

─Solo soy un hombre que hará cumplir el peso de la ley.

─¿Entonces qué debo hacer?

─Averiguar cuándo volverá Nym al club, buscar cualquier indicio en su contra.

─Es casi imposible.

Te la ingeniaras para lograrlo.

─No tengo elección.

─Nosotros nos encargaremos del resta, una cosa más, evite cualquier confrontación con Nym, evita que sospechen de ti.

─De acuerdo. ¿Qué tan peligroso es?

─No es fuerte físicamente, podrías derribarlo, pero regularmente nunca anda solo...

─Habías dicho que es un sádico-

─Despiadado, cruel, brutal... si te atrapa imagina lo que una mente retorcida te haría. Es enserio, evítalo a cualquier costa. Te protegeremos pero ahórrate el trabajo de ponerte en peligro.

─¿Alguna seña en particular?

─En el antebrazo derecho tiene el tatuaje de una mamba negra, es todo, debemos poner en marcha el plan ¿Cuándo te encontraras con ese tal Alex?

Hoy a las ocho de la noche.

Rincón Exquisito © (Editando)Where stories live. Discover now