Rincón Exquisito © (Editando)

Capitulo 14

«Paso por ti a las 10» fue el último mensaje de Katrina.   

Katrina llego quince minutos tarde a su departamento. Toco dos veces, y cuando abrió la puerta, se quedó sorprendida al ver su vestimenta casual, luego se miró ella misma; camiseta gris, jeans y converse negros.

─¡Joder! Me vas a opacar ─dijo ella.

─Lo siento, pero como no mencionaste a dónde íbamos

─Dije que tomaríamos una cervezas, no que iríamos a una cita.

─¿Cita? ¿Contigo?─bromeo.

─Si. Las personas solo se visten tan formal ─le señalo─, cuando van a una cita. Aunque... te ves muy bien.

─Tu tampoco estas nada mal ─dijo mirando sus jeans ajustados.

─Gracias, pervertido ─saco las llaves del bolsillo y se las lanzo─. Te toca ser el chofer.

Condujo aquel Beetle Sport color rojo, mientras Katrina lo guiaba entre las calles para reducir la distancia. Se detuvo en un semáforo, miraba a las personas pasar de un lado al otro de la calle, sabía que dos cuadras más al norte, se encontraba el departamento de Melissa.

─Dobla en la izquierda. Ya falta poco.

Katrina en todo el transcurso no soltaba el móvil, era hábil para escribir rápido, y al parecer adicta al twitter.

─Te distraes mucho.

─Para nada ─respondió ella─. Estoy entretenida.

Media hora después llegaron a un establecimiento situado en el centro de la ciudad. Varias personas entraban y salían al mismo tiempo. Bar Canape's, por fuera no era muy atractivo con todo esos chicos fumando a fuera, otros estaban en el autos intercambiando algo de tacto con sus chicas.

Se estaciono cerca de la parada de taxis, así le sería más fácil salir.

Una vez entraron la música ensordecedora comenzaba a sonar. Estaba abarrotado de gente. Katrina lo tomo por el brazo y lo jalo abriéndose paso de entre la multitud. Se acercaron a la barra que estaba libre en ese momento.

─Hola, Katrina ─le saludaba la chica barman que estaba detrás de la barra. Tenía el mismo estilo de Katrina, las puntas de su cabello estaban teñidas de morado.

─Hola, Jessica.

─¿No me presentas a tu amigo? ─le guiño el ojo.

Katrina sonrió divertida─. Santi, ella es Jessica, una amiga ─fijo su mirada en ella─. Jessica, él es Santi, un amigo.

Él le dio la mano y ella se la estrecho.

─Tienes una mirada encantadora ─le dijo después de mirarlo varias veces con aquella sonrisa que el muy bien conocía, llena de malicia.

El solo asintió.

─¿Qué les ofrezco? ─dijo sin dejar de mirarlo.

A Santi no le incomodaba pero sabía perfectamente lo que esa chica quería. Sin embargo ya no volvería a ese mundo oscuro del cual se había despedido hace varios días. Buscaría el placer, pero solo de una mujer.

─Dos cervezas de barril ─dijo Katrina.

La chica se dio la vuelta tomo dos tarros cerveceros, luego los coloco en el dispensador, mientras los llenaba le volvió a sonreír, Santi hizo lo mismo pero con una sonrisa a medias.