Capitulo 13

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La primera semana de junio fue fría y muy nublada, mientas la segunda semana estuvo llena de relámpagos y lluvias intensas. En esos días solitarios, Santi, percibía que el tiempo transcurría de lo más lento. Al salir, las calles estaban bañadas de esa frescura provocada por la densa lluvia, para unos era agradable mientras que para otros era molesto. Pero para él, no era nada que debía importarle. Caminaba con el paraguas abierto, sin mirar a los lados.


En todo este tiempo Alice le había estado enviando mensajes de texto, quería que Santi le rogara, pero no caería en ninguno de sus absurdos juegos. Esa mujer ya no era la misma, y solo sentía pena por David.

Sin ánimos se refugió en su paraguas cuando la lluvia azoto con más fuerza.

En su nuevo trabajo, el cual consistía en lo mismo, había sentido el cambio radical. Tenía una nueva oficina, igual de cristal, todo el mobiliario era muy moderno y pintoresco, lo que necesitara estaba a su alcance, tenía una compañera, pero no era Melissa.

En el desayuno la pasaba solo en una cafetería que estaba a unas cuantas cuadras de su lugar de trabajo. El ambiente laboral era tranquilo, y por supuesto, muy distinto. A pesar de los días transcurridos no había ni uno solo en que no dejara de pensar en su amiga, si es que aún tenía su amistad. Se avergonzaba de haberla tratado tan mal, había sido un estúpido pero de nada serviría lamentarse, lo hecho, hecho estaba.

«¿Qué estará haciendo ahora mismo?» se preguntó «¿Pensara en mí, como yo lo hago con ella?»

Dio un sorbo a su descafeinado volviendo a preguntarse lo mismo hasta que un relámpago lo devolvió a la realidad. Del otro lado del cristal llovía a cantaros. Las calles estaban empapadas, pero eso no le restaba importancia a la ausencia de Melissa.

Mientras daba una mordida a su sándwich de espinaca recibió un whap de Sandra.

«Buenos días, cariño ¿Cómo estás? ☺»

«Bien. Desayunando» le tomo una fotografía a su comida y luego se lo envió.

«¡Que aaasco! Comer sano me hace mal jajaja» Santi podía imaginar su cara de repulsión. Rio como tonto mientras una de las personas que ocupaba la mesa de enfrente lo miraba.

«Lo siento, no acostumbro ir a lujosos y es-tra-ba-gan-tes restaurantes»

«Algún día podrías venir conmigo a uno de mis es-tra-ba-gan-tes restaurantes favoritos jaja»

«La oferta es muy buena»

«Es mas podrías venir con Melissa»

Guardo silencio mientras daba un sorbo a su café.

«No la he visto»

«POR DIOS ¿qué te sucede? Ya pasaron dos semanas»

«Soy consciente del tiempo que ha pasado pero no sé qué hacer»

«Eres Santi, el caballero de la noche, sabrás que hacer»

Suspiro «No soy más eso. Se acabó»

«Eres el caballero, eres un buen hombre solo que aún no te has dado cuenta»

«Si tú lo dices» puso los ojos en blanco.

«Sé que estas poniendo los ojos en blanco»

«¿Cómo lo sabes?»

«Mira enfrente»

Santi se llenó una sorpresa, le sonrió mientras ella se acercaba a su mesa.

Rincón Exquisito © (Editando)Where stories live. Discover now