Capitulo 17

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Aquella mañana fue muy diferente a muchas otras, irradiaba felicidad, sin importar lo que sucediera, hoy sería un día perfecto para él y nada ni nadie lo arruinarían. Llego con una sonrisa sin igual, antes de salir de su departamento y al llegar a la oficina le había enviado mensajes de texto cariñosos,ella tardaba en responder pero sabía que estaba atareada por el trabajo excesivo que le exigía la mandona.

«Disculpa si tardo en responderte, pero voy directo a la cueva de la mandona, SABES QUE TE QUIERO»

«Espero todo salga a lo esperado, ¡Suerte!, lo sé, sé que me quieres como yo a ti»

─Hay algo raro en ti hoy, Santi ─Katrina lo miraba de reojo─. ¿Acaso te escapaste de un psiquiátrico?

─Probablemente.

─Ya, enserio a que se debe toda esa emoción que desbordas ─le apunto con el lápiz.

─Es un secreto.

─Que malo eres.

Inspiro─. Estoy saliendo con alguien.

─¿De verdad? quien es la dichosa, y no me salgas con que también es un secreto ─vacilo.

─Para nada ─tomo el móvil, busco entre las fotografías una en especial que lo había cautivado─. Es ella. Se llama Melissa.

Katrina la observo encantada─. Es una muñequita, es muy guapa ─luego lo miro─. Me encanta su cabello. Me da mucho gusto por tí. La quiero conocer ¿Cuándo me la presentas?

─Algún día.

─Es preciosa ─le devolvió el móvil.

─Bellísima ─corrigió─. Preciosa es muy poco.

─Típico hombre enamorado.

─Es una chica única.

─¿Asi? ─se acercó─. ¿Dónde la conociste?

─Trabajamos juntos en la cada editorial, éramos amigos. La historia es muy larga, solo puedo decirte que ella ha estado enamorado de mi desde hace mucho.

─Suena a novela romántica. Espero conocerla pronto, es una pequeña mujercita ─dijo emocionada.

─Pero de corazón grande.

Antes de ir a desayunar se desvío hacia la florería más cercana, estaba a ocho cuadras, compra un ramo de rosas e incluye un mensaje en la tarjeta, minutos después el repartidor se las lleva.

─Muy romántico ─le dice Sandra─, vas bien.

─Esa mujer me encanta ─da un sorbo a su descafeinado.

─Es muy bella, me da mucha alegría que por fin estén juntos. Hace unos días estabas decaído y ahora, mírate, estas radiante.

─Dirás que estoy exagerando, pero ayer fue el mejor día de mi vida.

─No creo que exageras, cariño.

─Puedo incluso ver sus ojos a pesar de no estar aquí, son encantadores y ─guardo silencio al ver a Sandra─. Lo siento no quiero aburrirte-

Ella sonrió─. Para nada, cariño. Es solo que me da gusto verte actuar así. Es encantador verte tan pleno, tan alegre, tan, tú.

─¿Tan yo?

─Si, ese es el Santi que yo conocí, ese hombre alegre y lleno de vida, alguien que no se detiene ante ninguna adversidad.

─Vaya, cuando lo dices de esa manera puedo hasta creérmelo.

Rincón Exquisito © (Editando)Where stories live. Discover now