Magnet in Dark© Parte I "EL ÓNIX" NUEVA VERSIÓN -#PGP2024

16 CRUSH -Parte#1

Su dedo acaricia mi sien apenas y baja con parsimonia por mi pecho agitado, trazando la cadena que llevo desde niña. En medio de la confusión, algo me guía como una linterna en la oscuridad. Un presentimiento florece, desvelando algo oculto por mucho tiempo. Me despierto de un largo sueño y abro los ojos de par en par. Tomo su mano junto a mi pecho y, en ese momento, sé qué decir y lo expreso con premura.

—Tengo que asumir tanto el bien que has hecho como el mal. —¡Ahora entiendo!— Mi karma no es solo mío, es compartido. Lo comprendo, aunque no sé qué debo buscar.

Azraél ha planteado un enigma en mi interior.

Me aparto de él, controlando mis impulsos. Descanso los codos detrás de mi espalda, rozando la rugosidad de la madera, tratando de anticipar su siguiente movimiento sin causar pánico. Sus labios se tensan, forjando una línea de enojo que lucha por contener. Traga su frustración.

—¿Me temes? Por eso esto. Admiro cómo tu cuerpo traiciona tus emociones... No puedes negarlo; tu expresión y tu miedo te delatan, incluso a un ciego. —Su lengua roza la comisura de sus labios—. ¿Por qué, Iona? ¿Por qué me temes? ¡No deberías!

Una de sus cejas oscuras se arquea al ver mi incertidumbre.

—¡No aguanto más! —exclamo sin advertirlo, enderezándome inconscientemente.

Él se lanza hacia mí, sujetando mi muñeca con fuerza, como si fuera una prensa de hierro, haciéndome soltar un quejido. Cuando se da cuenta de su acto desafiante, sus manos tensas sobre las mías, sus labios se mueven y su manzana de Adán se contrae mientras traga saliva. Un viso de pesar cruza por sus ojos.

El aire fluye entre nosotros, haciendo que nuestros rostros serios se contraigan, erizando mi piel. Fijo la mirada, hipnotizada y asustada, en cómo el viento agita un mechón sobre su frente, golpeando su nariz y ojos con fuerza. El olor a humedad impregna el muelle, el crujir de las olas acompaña el sonido. Baco roza mis nudillos con suavidad, regresando a su peculiar ternura mientras explica.

—Lo siento, no puedo controlarme contigo, y temo lo peor. A tu lado, me convierto en un payaso, me haces sentir absurdo. —Da un paso más cerca, su voz profunda—. Eres tan perfecta. Puede que digas que no nos conocemos, pero has captado que podría lastimarte si me acerco demasiado.

Su dedo acaricia mi sien apenas y baja con parsimonia por mi pecho agitado, trazando la cadena que llevo desde niña. En medio de la confusión, algo me guía como una linterna en la oscuridad. Un presentimiento florece, desvelando algo oculto por mucho tiempo. Me despierto de un largo sueño y abro los ojos de par en par. Tomo su mano junto a mi pecho y, en ese momento, sé qué decir y lo expreso con premura.

—Tengo que asumir tanto el bien que has hecho como el mal. —¡Ahora entiendo!— Mi karma no es solo mío, es compartido. Lo comprendo, aunque no sé qué debo buscar. Azraél ha planteado un enigma en mi interior.

Mis ojos recorren el paisaje y vuelven al tenso cuerpo de Baco. Notar cómo la piedra ónix, sin motivo aparente, comienza a palpitar, me deja perpleja.

―Él me ha evaluado. Me ha atado a sus propósitos, egoísta y arrogante. ¡Es más, es un manipulador! ―Al detenerme, la ira y otros sentimientos turbulentos amenazan con oscurecer mi mente.

Odio a Azraél, aborrecido y deseado a partes iguales. Mi vida es un engaño, una farsa en la que me colaron sin pedir permiso. ¿Hasta qué punto se rige el mundo en el que luchamos por sobrevivir, apenas respirando? ¿Qué nos advierte a cada uno de nosotros?

Un desequilibrio me embarga, como si caminara sobre una cuerda floja. No quiero mirar atrás, solo sé que debo avanzar...

Baco pronuncia mi nombre una y otra vez, tratando de captar mi atención. Logro zafarme de su agarre en mi brazo izquierdo y, sin pensarlo, comienzo a correr por el muelle desvencijado.