Magnet in Dark© Parte I "EL ÓNIX" NUEVA VERSIÓN -#PGP2024

9 CHOQUE

"Chicas fiesteras,

no nos hagas daño.

No puedo sentir nada, ¿cuándo aprenderé?

Lo dejo caer, lo dejo caer

1, 2, 3, bebe.

Voy a balancearme en la lámpara chandelier,

voy a vivir como si el mañana no existiera...

Voy a volar como un pájaro toda la noche,

siento mis lágrimas al secarse.

Voy a mantener mi copa llena hasta mañana,

porque estoy teniéndome entera por esta noche.

Por esta noche.

El sol está en el cielo, estoy hecha un caos.

Tengo que salir de esto, tengo que escapar de esto...

Aquí está la vergüenza, aquí está la vergüenza."

Fragmento del tema;

'Chandelier' De SIA (en español.) 

9

CHOQUE

Chloe y Erika se encuentran dentro, allí las localizamos. Nos sumergimos con Javier, abriéndonos paso entre la multitud. El lugar es amplio, con esferas de espejos de diferentes tamaños suspendidas sobre nuestras cabezas. A los costados, los balcones se encuentran abarrotados de personas, mientras que diferentes ritmos resuenan en el ambiente. Las luces robóticas de efectos láser tiñen todo con tonos verdes, rojos y blancos, deslumbrándome mientras me adapto lentamente. Además, distintos olores flotan en el aire, dulces, amargos y algunos típicos de los cuerpos excedidos por el calor y las hormonas.

Siento seguridad cuando Javier toma mi brazo y me guía hacia la barra más cercana. Pedimos nuestras bebidas y mientras las esperamos, observo a mi alrededor. Jóvenes se contorsionan al ritmo, acompañados por la música de electrónica. Los observo atentamente, absortos en sus mundos privados. Luego, mi mirada se dirige hacia uno de los balcones, donde logro distinguir a las chicas. Una de ellas tiene el cabello naranja, como la punta de una cerilla, y la otra es castaña con un estilo carré. Sus cabezas se mueven de un lado a otro en busca de algo o alguien.

Javier nota mi atención y asiente levemente hacia arriba. Hábilmente, recoge las dos bebidas entregadas por el bartender y me guía lejos de la barra. Grita sobre mi oído, casi ronco por el ruido del lugar.

—¿Quieres ir allá? ¿O prefieres bailar? —mueve sus hombros y suelta una carcajada. Le doy un golpe en el brazo y juntos nos reímos mientras nos dirigimos hacia las escaleras.

El sitio parece estar en pleno apogeo de una noche de sábado, no cabría ni un alma más. Maldigo haber elegido medias, ya que el calor me sofoca. Aunque afuera hiciese frío, no teníamos idea del infierno que nos esperaba adentro. Nos deshicimos de todo lo demás en el guardarropa del boliche.

Cuando finalmente llegamos donde están las chicas, no esperamos mucho para unirnos a la multitud. Después de un cuarto de hora, empiezo a sentirme inestable debido a los tragos que he tomado como si fueran agua. Mi lengua y garganta arden, y siento el calor en mis mejillas. El sudor se acumula en la parte trasera de mi cuello, así que, frustrada, recojo mi cabello en un moño poco profesional para intentar refrescarme, pero no tiene mucho efecto.