15 DISPARA

160 12 14
                                    

"Sentimientos que se ven 

¿Es tan difícil de creer? 
Todo el caos que tengo en mi corazón
Diablos y el amor pueden relacionarse...

¡Llévame lejos! ¡Ponme en el fuego! ¡No hay otra manera!

¿Dónde me encuentro? 
¿Dónde me escondo?
Dame una razón para salir con vida
Dame una razón porque yo no tengo nada que ganar
Así que, ¿qué hacemos ahora?
Sentirme satisfecho, no puedo estar contenido
Estoy tan perdido y solo ahora."

Fragmento del tema; letra 'Love & Meth'

de Korn (en español.)


16

DISPARA


Nos alejamos de la multitud, y a medida que avanzamos adentrándonos en el bosque, la música se desvanece. Intento dejar de pensar en las posibles opiniones de Erika y Javier cuando se den cuenta de que no estoy, y mucho menos en Chloe y su posible enojo por haberme perdido de vista. Aunque en realidad es su culpa por irse con... ¡Ugh!, ese chico me irrita profundamente.

En este momento, siento inquietud en el rostro al ser acariciado por el aire fresco, y froto mis brazos para calentarme. Observo en silencio la espalda de Baco, siguiendo cada uno de sus pasos. Sé que gira su cabeza cada dos minutos. Supongo que no cree que quiera escapar, ¿o sí? Pero, ¿por qué tendría esa idea? ¿Acaso él también querría hacerlo?

Aunque en el fondo una vocecita me dice que esté alerta, mi yo interior exclama: ¡bah! No tienes por qué temer, solo sus amigos llevan lentes de contacto... ¡¿Eres idiota o qué?!

Sigo un sendero serpenteante que el tiempo ha marcado. Doy saltos torpes cuando alguna planta roza mis piernas y, distraída, tropiezo al fijarme a mi lado en un muelle protegido por barandillas de madera corroídas y un techo destartalado inclinado, despertando mi curiosidad. Mi deseo de estar allí aumenta, aunque al mismo tiempo ruedo los ojos ante la idea, pues sé que Baco no es el compañero ideal. Me lleva un segundo darme cuenta de que es un escenario estúpido y romántico. Al menos sé que lo será para él.

Sobre el río, las luces se deslizan, reflejando los faroles del embarcadero vecino. Debo haberme quedado más tiempo aquí, ya que Baco se corrige y voltea hacia mí.

―Iona ―dice, siguiendo la dirección de mi mirada―. ¿Quieres que nos detengamos allí? ―Frunce el ceño al contemplar el lugar.

Titubeo al mirar el muelle y luego su rostro casi inexpresivo. Inclino la cabeza mientras lo examino, trazando los contornos de su mirada y cada punta de su desparejo aunque prolijo cabello. Su mentón marcado en una línea, su labio superior delineando un corazón y sus mandíbulas con una leve sombra de barba. Mi mirada se desplaza una y otra vez en un paseo interminable. Podría pasar un día entero memorizando su rostro, también el tatuaje en su cuello y los que hay en sus brazos, que no había notado.

Por supuesto, siempre los había ocultado bajo sus mangas. Hoy, sin inhibiciones, vistiendo solo una blusa, sus brazos exhiben cada parte definida de sus bíceps, y el aire fresco se encuentra con sus músculos. Sin percatarme, dejo de disimular mientras lo observo. Me siento inquieta y percibo que mis mejillas se calientan cuando él muestra una sonrisa genuina y un tanto pícara.

Trago saliva al formular mi respuesta.

―Eh, sí, me gustaría. Es agradable, ¿no?

Él encoge los hombros y mete las manos en los bolsillos de sus jeans.

Magnet in Dark© Parte I "EL ÓNIX" NUEVA VERSIÓN -#PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora