Mientras limpio el sudor de mi nuca con manos empapadas, le digo a Chloe, que está bailando frenéticamente frente a mí:

—Voy a los baños, ¿me sigues?

De pie en los pasillos, las personas a mi alrededor se convierten en manchas giratorias. Parecen remolinos en blanco y negro, dando vueltas y vueltas. Todo esto debido a los últimos tres tragos que he consumido, y los cuento mentalmente. Para rematar, tomé un trago sometido al fuego. ¡Qué estúpida he sido!

El cansancio y el alcohol están causando una especie de parálisis en mi cerebro. Me siento aún más sofocada al imaginar que las paredes se están cerrando a mi alrededor. Me aferro a los muros mientras avanzo con pasos vacilantes, pero parecen cerrarse cada vez más. ¡Estoy delirando!

Me agarro de Chloe, usando su hombro como apoyo, y llego al baño prácticamente arrastrándome, lanzándome hacia el lavabo para fregar mi rostro. Me miro en el espejo y veo cómo el rímel cae por mis pómulos.

—Por favor, quítame esto. Parezco una muñeca despintada de porcelana —digo apresuradamente, mientras Chloe me observa con curiosidad y preocupación.

Ella se acerca y me ayuda, abriendo el grifo para que pueda refrescarme. Me encuentro con Chloe en el lavabo, tratando de recuperar el aliento. El lugar está abarrotado, pero noto que más allá de la multitud, hay figuras inquietantes que nos observan con miradas penetrantes.

Sus ojos parecen deslizarse sobre nosotros, mientras sus labios permanecen sellados en un silencio inquietante. Me estremezco, sintiendo un escalofrío recorrer mi espalda.

—Chloe, ¿has notado a esas personas extrañas? Parece que nos están observando —murmuro, tratando de mantener la calma.

Chloe frunce el ceño y observa detenidamente a nuestro alrededor. Su expresión se transforma en una mirada de desconcierto.

—No veo nada fuera de lo común, Iona. Pero confío en tu instinto. Si dices que algo no está bien, te creo. Estaré contigo y nos cuidaremos mutuamente —responde Chloe, reconociendo mi fortaleza y apoyándome en la situación.

Ambas permanecemos juntas, alertas a cada movimiento a nuestro alrededor, tratando de discernir quiénes son los extraños que nos observan. La determinación y la tensión se adueñan de la escena mientras nos preparamos para lo que pueda suceder a continuación.

Unos minutos más tarde, regresamos a la barra. Allí se encuentran Erika y Javier, eufóricos mientras suena "Chandelier" de SIA.

—Uno... dos... tres. ¡Bebe! —exclaman los dos bromistas antes de tomar unos chupitos de tequila.

Yo, en cambio, me apoyo en la barra, descansando los codos sobre ella después de sentarme con cuidado en un taburete, manteniéndome alejada de ellos para evitar el olor del venenoso líquido que consumen. Miro en cualquier dirección, perdida en mis pensamientos, sin prestar atención a las personas que bailan frente a mí.

—Escucha y mírame, Iona —grita Chloe mientras me fotografía con su cámara y avanza hacia la pista, sonriendo.

No se da cuenta de que algunos chicos están impresionados por ella y la miran. Su cabello anaranjado se refleja en las luces, haciéndola aún más hermosa.

Le dedico una de mis mejores y más tontas sonrisas, pero en un instante algo más llama mi atención, desviando mi mirada hacia otro punto.

Allí, entre el bullicio, veo a alguien que me observa atentamente. Bajo un pie al suelo, mientras esa persona se acerca, y cuando levanto la vista, recorro su firme torso, cada hombro y la palidez de su piel expuesta por el cuello de su camisa. Viste con elegancia...

Magnet in Dark© Parte I "EL ÓNIX" NUEVA VERSIÓN -#PGP2024Where stories live. Discover now