The One that got away

2.4K 276 188
                                    


Días del presente pasado.

Las personas suelen tener siempre una percepción equivocada de los demás, y algunas veces esos errores pueden ser magistrales y tomados a favor de otros.
En mi caso, Kinn pensaba que yo era un imbécil que no me daba cuenta de lo que pasaba a mi alrededor, y eso me fue suficiente como para que, aquella mañana que desperté pude sentir que alguien me seguía.

Empezando desde temprano, me tocaba ir a revisar unas situaciones en uno de los casinos, y hablando con unos socios por el rabillo del ojo lo ví, fingí no darme cuenta y apenas terminé mi reunión este ya había desaparecido. Horas más tarde, Macao y yo fuimos a desayunar juntos a un restaurante en un centro comercial, por el reflejo de uno de los ventanales pude percibir al otro lado de la plaza, la figura de una persona conocida, quien se movía "precavido" para no ser notado, aun cuando era ridículamente evidente. ¿Eso les enseñaban en la primera familia? Su espionaje era un asco.
Mi hermano menor y yo después caminamos por una librería donde una vez más, entre los pasillos y libreros ese guardaespaldas husmeaba con una enciclopedia en su mano con la que "se cubría" el rostro cuando yo prestaba más atención de la necesaria. Sonreí negando con la cabeza antes de tomar a mi hermano por los hombros y pagar los libros para salir de ahí.

Por el mediodía era la misma cosa, usualmente no estábamos demasiado tiempo en casa porque nadie quería soportar a mi padre más de una hora o dos así que Macao y yo nos alejamos lo más que podíamos de sus gritos, de sus constantes humillaciones y hacernos sentir una mierda. Al ir a comer pude verlo en un automóvil observándonos ahí sentado, negué con un suspiró.

—No se rinde... ¿no tendrá hambre o calor? —me pregunté de inmediato recordando cuando meses atrás les ofrecí pan, repelente de mosquitos y condones en su auto, ese mismo puto auto.

—Hia.. What's wrong? —Macao me conocía muy bien, esa tendencia en hablarme en inglés cuando me miraba inquieto o sospechaba de algo, bebí un poco de lo que había pedido y comí en calma.

—Its okay, it's just... We have an annoying fly flying around us.— (esta bien, es solo que tenemos una polilla revoloteando cerca de nosotros) Le expliqué en calma sin dejar de comer para que no fuéramos demasiado obvios. —No te preocupes, tengo un pequeño plan, ¿quieres jugar a las escondidillas? —

Nos habíamos separado en la salida del restaurante, yo me despedí de Macao quien entró al coche con los guardaespaldas mientras caminé hacia un templo budista que recordaba, asistíamos con mi madre, aun Macao y yo íbamos a veces a sentarnos únicamente para recordar los momentos que pasamos con Ma, los rituales, las ceremonias, escuchar a los monjes hablar de preceptos que yo, jamás iba a cumplir, necesitaría seis reencarnaciones para que mi alma estuviera limpia.

Caminé por el templo a mi ritmo, mirando todo a mi alrededor, las familias entrando y saliendo, monjes con ofrendas, el olor a flores frescas, inciensos suaves se impregnó en mi nariz cuando crucé por la entrada. Esperé pegándome a la pared en silencio, cruzado de brazos, un minuto, dos minutos...

—¡Hey! —

—¡AHH! H-hola Khun Veg... Khun Macao... —La voz de Pete me sacó una sonrisa divertida, Macao lo había descubierto de acuerdo a nuestro plan.

—Estando tú aquí,  ¿no me digas que Phi Khun está aquí? Eh, ¿Dónde está? —

Salí entonces de dónde me había ocultado para poner la mano en el hombro de Pete quien se sobresaltó girando su cuerpo en esa alerta constante, y que al verme solo desvió su mirada, nervioso.

—No lo creo. —sonreí al guardaespaldas mirando a todos lados. —Creo que más bien, está solo. —hablaba con mi hermano, pero mis ojos estaban fijos en las acciones del joven a nuestro lado.

My Second ChanceWhere stories live. Discover now