Underwater storms

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2022
Caminé furioso por los pasillos de la primera familia, humillado por el golpe que el imbécil de Tankhun me acababa de dar con la bandeja de comida. ¿Me lo merecía? Sí bueno, había usado mis oraciones mas filosas para atacar a Kinn pero no me arrepentía, porque ahora al menos sabía que su guardaespaldas, al parecer, era su punto débil.

Aun no entendía las razones de mi padre de querer vigilar a ese chico, pero por lo menos me daba cuenta que era una extraña pieza de este juego, que algo tenía que ver con mi primo, sobre todo porque aunque intentó aparentar, sus palabras fueron bastante obvias, la manera en cómo se comportó, y eso solo me provocaba las ganas de saber que se traían entre manos y, ¿porque no? quitárselo.

Solo que en esos momentos no podía pensar, salía furioso para dirigirme hacia donde estaba mi coche, esa mañana mi padre me envió por unos papeles del tío Korn, quiero creer que jodí de mas la paciencia de los hermanos Theerapanyakul porque el idiota de mi primo mayor reaccionó. Ganas no me faltaron de partirle la cara pero... Apariencias, alguien necesitaba portarse a la altura y no caer en los juegos de Tankhun.

—¡Khun Vegas! —Pete me llamó tratando de alcanzarme, en esos momentos no quería tratar con la servidumbre, mucho menos con el jefe de seguridad del primogénito del primer clan así que seguí mi camino sin mirarlo aun cuando este llegó hasta mí. —Se le quedó esto en la mesa, tiene el sello de Khun Korn y Khun Kan, supuse que le pertenece a usted, oh bueno... eso creo. —

Dirigí mis ojos hasta, efectivamente, los papeles que tenía que llevar de regreso, tomandolos conmigo. No hubo palabras de agradecimiento ni nada por el estilo, sin embargo este parecía aún ir detrás de mí, como un perro curioso que sigue a la visita de la casa de sus amos. Pero eso solo me puso de más mal humor.

—¿Hay algo más que necesites? —pregunté hoscamente y este se sorprendió, vi como se adelantó e hizo una reverencia que me hizo detenerme

—Lamento mucho las acciones de Khun No. Me disculpó por ello. —Arrugué el ceño, ¿porque tendría que disculparse por mi primo?

—Ya veo, entonces si tomas la responsabilidad de lo que hace mi primo permitirás cualquier castigo? —le cuestioné solo para probarlo.

—S-si, supongo que sí... —

Era patético. Aún como los trataban en este clan, eran leales e idiotas, creyendo que por menearles la cola se ganarían su cariño. Me daban asco todos en esta maldita familia.

—Si Porsche es ahora guardaespaldas de P'Kinn, ¿tú que eres ahora? —Mera casualidad, Tankhun claramente solo tenia pocos guardaespaldas porque era un demente que no salía a ningún lado, llevaba años encerrado como si de un loquito se tratara.

—Soy el guardaespaldas principal de Khun Kinn ahora. —

Claro, intercambiables, desechables. Así es como les miraban. He de admitir que en los momentos cruciales no iba a negar que me escondía detrás de mi gente, que estos me pedían inclusive ser usados de escudo con tal de yo salir de los problemas pero, eran guardaespaldas, no teníamos una tienda de adiestramiento de perros.

—Interesante. —murmuré con los documentos en la mano, volví a verlo, este mantenía esa sonrisa estúpida en su cara, me hizo recordar a un pequeño cachorrito esperando premio por hacer las cosas bien, y no pude evitar también esbozar una sonrisa sarcástica de respuesta. Al menos alguien en este lugar me sonreía, así fuera por compromiso, porque fingía o porque simplemente era su manera de mostrar cordialidad para la primera familia. Pero al menos sonreía. —Debe ser por lo menos más divertido, ¿no? —

—Bueno, si, algo por el estilo. Khun No tiene sus maneras y Khun Kinn las suyas, respeto ambas y disfruto ambas por igual. Gracias por tenerle un poco más de paciencia de lo normal a Khun No, tuvo un día difícil, es todo. —Y ahí estaba, justificando y agradeciendo a nombre de terceros.

My Second ChanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora