healing wounds from the past pt1

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(Recuerdos del Futuro pasado)
2022

—¡Ese imbécil, es un animal! ¡No puedo creer que me empujó de esa manera! —Macao chillaba furioso mientras una de las enfermeras del área médica de la primera familia le asistía. La sangre había dejado de fluir y por suerte no fue nada grave, yo había abandonado la junta para atenderlo, no teníamos ni dos horas cuando esto pasó.

—¿Cómo fue que pasó? ¿Se te acercó y te agredió? —le pregunté con cierta curiosidad pero mi hermano menor parecía no entender las razones en ese momento.

—¡Eso que importa! Quiero que lo maten, ¡que le disparen como a un puto perro! —

—Macao cálmate, deja que Pa lo arregle y para de gritar o... —

Muy tarde, al cuarto donde estábamos entró mi padre quien había fingido en la sala de juntas preocupación ahora su cara se mostraba desencajada, ya sabía lo que iba a pasar.

—¿¡En qué mierda estabas pensando al hacerme quedar en ridículo de esta manera frente a todos niño estúpido!? —Pa se acercó con la mano abierta y logré ponerme delante de Macao cuando el golpe llegó directamente a mi cara, el sonido seco de la bofetada, el calor en mi mejilla, Macao dio un grito ahogado pero mi padre no quitó su rostro de odio, volví a ponerme delante de mi hermano, si iba a golpear a alguien que lo hiciera conmigo. Por fortuna, no pasó a más.

—Pa... Pa lo siento, ya no le pegues, lo siento, no fue mi... —

—Quiero que te largues a la casa inmediatamente y mas te vale no pararte frente a mi en los siguientes días o voy a dejarte irreconocible de los puñetazos que te meteré, y deja de llorar como un jodido marica ¡son un par de inútiles los dos! —Interrumpió los lloros de mi hermano, sus palabras eran amenazantes, inclusive daba más miedo lo que decía que si alguien ahora nos secuestraba y advertía que nos mataría. La voz de mi padre, su forma de dirigirse a nosotros, todo eso tenía un impacto sobre nosotros, una sola sílaba y nos tenía con la cabeza baja, ojos enrojecidos y los puños apretados para tolerar ese dolor.

Se marchó y pude ver a Macao que casi temblaba de coraje, de miedo, sus lágrimas ya le caían por las mejillas. —Hey, tranquilo esta bien, solo trata de irte más temprano que él a la universidad y regresa antes directo a tu habitación, ok? le pediremos a las tías que te lleven la comida a tu cuarto. —Intenté sonreírle acomodando la gasa de su herida.

—Lo siento hia... Perdóname, fue mi culpa, te ha vuelto a pegar por mi culpa, siempre es culpa mía, soy un inutil... —Ojalá tuviera la fuerza y las palabras para poder sanar a mi hermano, pero yo también me sentía igual. Éramos un par de chicos a la deriva, desprotegidos y abandonados.

—No pasó nada, estoy bien, voy a decirle a uno de los guardaespaldas que te lleve a casa, yo debo regresar a la junta porque si no me regañara por eso también, ¿de acuerdo? Ve directo a casa y enciérrate a hacer estudiar. —

Macao asintió, le acompañé junto a dos de nuestros hombres al coche y regresé cruzando por los jardines, me costaba respirar de la furia que sentía, los ojos me ardían como mi propio rostro, saqué un cigarrillo para distraerme pero mis manos no atinaba a activar bien el encendedor hasta que una pequeña flama se apreció frente a mi. Lo encendí con calma dejando salir el humo tóxico por mis pulmones, miré hacia Pete quien me sonrió de inmediato pero miró mi rostro con cierta curiosidad.

No sentía ganas de hablar, y él pareció entenderlo, me quedé recargado en la pared solo fumando en silencio y él hizo lo mismo, sin palabras más que su mera presencia, en ese momento quise pensar que era el cigarro y el acto de inhalar y exhalar su contenido lo que me tranquilizo.

My Second ChanceWhere stories live. Discover now