My Second Chance

The children of a broken past.

2007

—¡Phi, espérame! —Un chiquillo de no más de ocho años intentó subir por la pared de la finca llena de flores y árboles para alcanzar al otro que ya estaba sobre esta.

—A ver, dame la mano, pon un pie ahí sobre la rama y la otra mano en la piedra. —Kinn estiró y usó toda su fuerza de niño para poder ayudarle a subir hasta que quedaron los dos sobre el techo observando todo el lugar, el atardecer tailandés era precioso en ese lugar.

—Woooah, se ve increíble desde aquí, mira, mira por allá están haciendo pesca o algo. —Vegas mecía los pies colgando mientras estaba sentado a la orilla, la brisa fresca de la isla a la que habían ido de vacaciones le gustaba.

—El abuelo dijo que si me gustaba esta casa me la regalaría cuando le ayude a P'Khun como su mano derecha al ser el líder de la primera familia. ¿¡Te imaginas!? Nong, ¡cuando esta casa sea mía voy a poner un brincolín allá, y una habitación solo con juegos de video para que juguemos todo el dia! —explicaba muy emocionado mientras Vegas asentía a todo lo que decía. Si bien el abuelo jamás había tenido esa misma consideración o de prometerle regalos, de hecho con algo de suerte recibía una tarjeta de cumpleaños con dinero y "buenos deseos" le gustaba que su primo le dijera aquellas cosas.

—Cuando sea mayor tendré muchas empresas como Pa, entonces compraré esa casa que está al lado, ¡así podemos hacer tarea juntos y hacerle bromas a P'Khun! —Ambos se rieron porque Tankhun era siempre el blanco perfecto de sus juegos, sobre todo porque Kim y Macao eran muy pequeñitos, por ejemplo ahora estaban ahí escondidos porque le dejaron una araña de broma en la mochila de Khun.

—Y si se enoja y nos quiere pegar, yo ya seré muy famoso así que te voy a proteger porque eres mi nong. Corremos rápido y nos vamos en un avión privado. —Kinn se levantó alzando sus manos a modo de avión haciendo reír a Vegas quien lo imitó corriendo por todo el techo.

—¿Yo voy a poder manejarlo? ¿me lo vas a prestar? —

—¡Si! Un dia tu manejas y yo soy el copiloto y otro dia yo manejo y tú eres el copiloto, ¿a donde viajamos? ¡Vamos a Australia a conocer canguros! —

Tan solo eran dos niños. Con sueños e ilusiones muy distintas a lo que el futuro les tenía contemplado, nadie tenía idea de lo que pasaría después. ¿Cuando se rompió aquello? Tal vez en el funeral de su madre, cuando el abuelo se encargó de decir que la segunda familia era de lo peor, que la madre era una traidora y que tenían que mantener cuidado con ellos.

En ese momento la sombra de las envidias, de las competencias malsanas, la arrogancia y la crueldad marcaron una brecha, rompieron un puente difícil de reconstruir, y con ello, toda la esperanza y el cariño que alguna vez pudo ser.

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2019
mediados de Octubre

—Okey, en serio eres de decisiones complicadas. Nada de Marvel, nada de DC, nada de animaciones, nada de romance, ¿Qué quieres ver entonces? ¿Cine de arte? —Macao sirvió su desayuno sentándose al lado de Vegas mientras miraba su tablet.

—Ya vimos todas las que Marvel que se estrenaron este año, estoy harto de tanta fantasía, también vimos esas películas de terror de malísima calidad y trama que tú querías ver... ah, y esa coreana de los ricos y pobres. —

—Parásitos. Oh, mira esta: Synchronic. Algo de suspenso, drogas y tu tema favorito: viajes en el tiempo. —Vegas lo miró casi apenado, lo cierto era que desde que despertó en aquella ocasión no había hecho más que ponerse a ver cosas que tuvieran que ver con viajes en el tiempo, a ver si alguna situación era como la suya pero nada se le asemejaba, todo era con cosas, artefactos, poderes mágicos. Incluso el mismo trato de ver si podía volver al futuro o más al pasado, nada. A esas alturas, estaba tentado en ir a un templo a ver si algún monje podía revisar si tenía algún espíritu adentro o algo parecido. Pero tenía miedo, mucho miedo de un día despertar de nuevo solo para vivir su muerte una y otra vez como un loop eterno. No podía perdonarse al volver a escuchar los gritos de dolor de Pete.