🎄Especiales Navideños 🎄

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🦔 El otro dilema del erizo 🦔

Kan Theerapanyakul


El aire en la espaciosa oficina de Kan Theeraapanyakul estaba cargado del olor a humo de cigarro, un compañero constante de la infinidad de documentos esparcidos sobre su amplio escritorio. Las paredes de caoba estaban adornadas con elegancia pero detalles simples, minimalistas, un gran mapa del sudeste asiático que resaltaba rutas estratégicas para el comercio ilícito de la familia. La tenue luz proyecta sombras, añadiendo un aire de misterio a la habitación.

Kan estaba sentado detrás de su ornamentado escritorio, revisando meticulosamente los documentos que detallaban un próximo envío ilegal. Sus agudos ojos escanearon los intrincados detalles, el resultado de años de experiencia navegando por el traicionero inframundo de la mafia tailandesa. La habitación estaba en silencio excepto por el distante zumbido de la ciudad afuera y el ocasional crujido del cuero cuando Kan se movía en su silla.

El líder de la segunda familia se reclinó en su silla de cuero, mientras las yemas de los dedos tamborileaban a un ritmo silencioso sobre la suave superficie del escritorio. No podía negar que durante muchos años la soledad había sido su constante compañera. Su dedicación a los asuntos clandestinos de la familia lo había dejado a menudo solo en la cavernosa oficina, rodeado por los ecos de las decisiones tomadas y los acuerdos sellados. Tenía una obsesión por el trabajo porque era lo único que lo alejaba de sus pensamientos intrusivos, de sobrepensar el pasado o maldecir su presente. Sin embargo, la soledad se sentía diferente hoy. Un cambio sutil en el aire hizo que el vacío fuera más profundo.

¿Cuál era la diferencia?
Ese par de pillos que nunca se cansaban de hablar desde hace un par de años y que habían adoptado su oficina como de ellos.

Desde hacía un par de años, se había acostumbrado a la compañía ocasional de Macao, quien religiosamente pasaba por lo menos un par de horas para comer algún bocadillo (obligándolo a él a probar algo en el acto) y a contarle cosas de su vida o cualquier estupidez mientras se tiraba en el sillón. Por otro lado estaba Vegas quien se sentaba en la silla frente a su escritorio a revisar negocios, juntas y a criticar a los clientes idiotas junto a su padre, a sus comentarios sarcásticos y las bromas cínicas.

Sin embargo, hoy era distinto. La oficina vacía parecía resonar con el peso del silencio, amplificando una soledad que no había reconocido del todo antes. La ausencia de sus hijos, cada uno siguiendo su propio camino, dejó a Kan contemplando el paso del tiempo y las dinámicas cambiantes dentro de la poderosa familia que lideraba. Era una sensación extraña, una a la que se negaba a aceptar. Sacó su celular para mirarlo:

CHAT GRUPAL
FAMILIA CON TRAUMAS GENERACIONALES PERFECTAMENTE FUNCIONALES:

V.T. el primogénito quejoso:
No olvides comer a tus horas, ni Macao ni yo estaremos en casa así que si te mueres, tu cadáver va a apestar toda la casa hasta que lleguemos

Kan Theerapanyakul
espero morir y que la peste dure por años
y si muero los maldeciré y apareceré a todas horas

V.T. el primogénito quejoso:
Voy a empezar a guardar números de monjes exorcistas.

M.T el chiquillo llorón:
If there's something strange
In your neighborhood
Who ya' gonna call?
Ghostbusters!**

Kan Theerapanyakul
arrepentido por siempre de haber visto ese maratón contigo

V.T. el primogénito quejoso:
Macao un monje exorcista no es lo mismo que un cazafantasmas

My Second ChanceWhere stories live. Discover now