🎄Especiales Navideños 🎄

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🦔 La crianza respetuosa 🦔

Porsche&Pete



—La próxima vez, no me voy a detener. —
—La próxima vez, no te voy a detener. —
Era un trato.

Se tomó una pastilla para el dolor de cabeza, el baño que se dio no sirvió de nada para curarle del todo esa maldita resaca pero al menos la molestia disminuyó junto a la sopa picante que comió temprano.

—Y luego me llamaste Oppa, te subiste encima de mí y trataste de abusar de mi persona. —

—¡Dios...! —su sonrisa nerviosa le hizo negar con la cabeza solo de recordar todo aquello. Había sido una fiesta loca, Porsche les dio a beber cosas que les hicieron decir y hacer de todo terminando por mostrar una escena de celos alcohólicos con Vegas. No podía creer todo aquello, esa mañana al despertar nunca creyó que sería el rostro de su "quien sabe que" en la puerta. Se llevó las yemas de sus dedos a los labios como una leve remembranza de sus suaves besos.

—¡Hey! ¿comiste algo de afuera? ¡woooow es tom khlong! ¿Es tuyo? —la voz de Porsche le regresó al mundo real, se giró para ver a su amigo que le mostraba la sopa. Vegas les había llevado a ambos de esa sopa para la resaca.

—Yo la mande a pedir, si quieres comerla. —mintió inmediatamente, en parte porque no quería que Porsche hiciera demasiadas preguntas de porqué Vegas les llevó de comer y por otro lado, porque el gesto de su "algo" llevándoles de comer era algo que quería solo para él. Era egoísta consigo mismo pero prefería tener ese recuerdo solo para él y no compartirlo.

Porsche sin embargo no comió aun nada, entró a la habitación sentándose en su lado de la cama mirando a Pete con cierta duda. —Oye, Pete... ¿tu sabias que a Kinn le gustan los hombres? —

El Jefe de seguridad de Tankhun levantó el rostro hacia su compañero de cuarto, Porsche se notaba bastante confundido con eso, si bien para casi todo el personal que estaba en más contacto con Kinn lo sabían, era una especie de "secreto a voces" Se sentó a la orilla de la cama del moreno.

—Hum... si. Todos aquí lo saben, pensé que tú también lo sabías. —

—Yo... no, ¡no lo sabía! Por eso entonces trae a sus "amigos" a su dormitorio por las noches. —Pete se encogió de hombros. Si bien para él fue extraño al inicio con el paso de los años se adaptó a Kinn con Tawan, a Kinn buscando amantes de turno. El venía de un pueblo, una isla donde ese tipo de preferencias aun era algo a lo que no estaban tan acostumbrados como en las grandes ciudades de Tailandia.

Todo su mundo cambió cuando Vegas apareció en su presente. Con su sonrisa y sus palabras, sus manos bonitas y sus labios perfectos.

—¡MIERDA! —exclamó en voz alta Porsche sorprendiéndolo.

—¿¡QUE!? —

El guardaespaldas se notaba, sin duda, más asombrado. —¿Crees que las personas que no son pareja se pueden besar? —

Era una pregunta que definitivamente había golpeado duro la mente de Pete, pero sobre todo... ¿Por qué preguntaba él eso? Sin embargo; en lugar de cuestionarlo eso, su máscara personal, esa faceta que usaba para ocultarse del mundo salió primero. Sonrió de forma coqueta y con unos cuantos parpadeos le hizo ojitos lindos a su compañero.

—¿A ti qué te pasa? —le preguntó queriendo darle un manotazo que hizo sonreír a Pete.

—¿Quieres besarme? —su voz se endulzó un poco, inclinándose ante el moreno quien de inmediato le mostró su zapato.

My Second ChanceOù les histoires vivent. Découvrez maintenant