Capitulo 108

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El desarrollo del reino ahora quedaba en manos del tiempo, las granjas, haciendo uso de la rotación de cultivos, fertilizantes e insecticidas, esperaban pacientemente mientras nutrían sus cultivos con la esperanza de una cosecha prospera.

Pero la vida sigue, crece, se adapta y los humanos por supuesto no era la excepción. Glideric, por las buenas o por las malas debía cambiar, sus habitantes debían hacerlo.

Un buen ejemplo serían los criminales que aún se esconden, con miedo de ser encontrados. Ya no podían seguir con sus vidas criminales y debían forzarse a sí mismos a vivir honradamente.

El criminal de ayer es el panadero de mañana por ejemplo. Con la llegada de Arthur, ya no hay excusa para seguir robando y menos con la ley marcial observandote desde la esquina más oscura.

A medida que Arthur viajaba por el reino, con o sin pruebas concretas, destruyó a muchas bandas criminales y obligando a los rezagados o eslabones más débiles que no tenían mucho peso o influencia en el bajo mundo a reintegrarse en la sociedad para vivir.

Pero Arthur no solo se encargaba de ellos, ese era su objetivo secundario. Su verdadero empeño estaba en aquellas personas que a pesar de estar en lo más bajo, todavía se negaban a convertirse en algo peor.

Esas personas valían más que cualquier delincuente y Arthur lo sabía perfectamente, no iba a negarles una segunda oportunidad, de ser necesario iría personalmente a ofrecerla.

Nada de mantener al pobre como tal, la mayoría de personas están dispuestas a recibir cualquier papel que se les ofrezca siempre y cuando se les den buenos incentivos.

Comida, salario, viviendas... A medida que la economía se vaya estabilizando y creciendo, la tasa de criminalidad irá bajando y la seguridad naturalmente irá en aumento.

En cuanto a los criminales, otro incentivo para abandonar la vida criminal era el cómo vivían los presos en las cárceles.

Si bien es cierto que puedes salir luego de determinado tiempo según la sentencia, no esperes que te vayan a servir hamburguesas de cena y panqueques en el desayuno.

La comida era una mierda, tu cama es incómoda, tu celda es un asco, el lugar es aburrido y monótono y la variedad de actividades que puedes hacer no es para nada emocionante.

Aparte de eso, la única cita que tendrás será con alguien más fuerte que tú o si tienes suerte, con quien se te ofrezca a levantar un jabón del piso

En serio, si no te suicidas probablemente te mate el aburrimiento o la desesperación por probar comida mejor. Pero si sobrevives y tú cuerpo sigue tan intacto como tu dignidad, tu primer pensamiento sin duda será el no volver a cometer un crimen en tu vida.

Suponiendo que no hayas sido condenado a cadena perpetua o la muerte...

Sí, en definitiva, en este nuevo reinado protagonizado por Arthur no vale la pena ser un criminal. Lo bueno de vivir en la edad media, es que gracias a la falta de leyes y exceso de personas con poder, prácticamente puedes hacer lo que quieras.

Y dado que Arthur modifica el reino de manera en la que sea próspero mientras controla absolutamente todo, no hay forma de que se le revelen.

Es prácticamente una dictadura, pero buena. "Harás lo que te diga y tomaré lo que me plazca, pero no te preocupes, mira te ofrezco esto y esto". Luego vienen los besos, abrazos y todos felices.

Comparado a como habían estado viviendo hasta ahora, eso sin duda sonaba mejor que cualquier otra cosa.

Desde el sur hasta el norte, el este y el oeste, todo el reino se estaba reformando, con la ayuda de la tesorería real para pagar la mano de obra y recursos, nada era imposible.

Rey De Reyes - Volumen 1Where stories live. Discover now