Capitulo 104

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—Yo, Alejandra Lancaster, te juro lealtad a tí, Arthur Graywolf, como mi... —Alejandra se detuvo por un instante.

Ahora mismo se encontraban en la sala del trono, como prometió Alejandra, haría un juramento a Arthur tal y como dijo Liliana, pero había un problema.

—¿Por qué te detienes? —Preguntó Liliana.

—¿Sucede algo malo? —Emilia levantó una ceja.

—E-Es que no sé que es Arthur para mí.... —Dijo Algo sonrojada.

Todas la miraron con los ojos abiertos.

—Despues de esa noche... ¿N-No soy ya la amante de Arthur al igual que Emilia? —Preguntó—. ¿Debo jurarle lealtad como mujer o como súbdito?

—S-Solo jurale lealtad y ya... —Liliana se apretó el entrecejo.

Alejandra miró a Arthur como si le preguntará qué hacer, este sencillamente asintió con la cabeza.

—E-En ese caso te juraré lealtad como mujer... Las sagradas escrituras afirman que una mujer solo debe entregarse a su primer y único hombre a menos qué... Ocurran ciertas cosas...  En teoría, mi primer hombre realmente eres tú. No quiero atribuirte ninguna responsabilidad, solo espero que me dejes servirte.

Arthur suspiró.

—¿Por qué quieres ser su amante? ¿Cómo sabemos que no intentas aprovecharte de nosotros? —Preguntó Adela, algo irritada.

—B-Bueno... —Alejandra jugueteó con sus dedos—. La verdadera razón es porque... D-Despues de esa noche yo... He querido repetirlo...

Todos miraron a la sonrojada Alejandra que intentaba evitar la mirada de los demás.

—¿Los dioses no opinan nada malo al respecto? —Preguntó Miri.

—D-De hecho, los dioses favorecen cualquier tipo de unión siempre y cuando sea sana, y también fomentan la procreación ya que significa más devotos. —Explicó Alejandra.

—Es así... —Adela suspiró y asintió con la cabeza—. De acuerdo, te permitiré ser la amante de Arthur, pero ya está bueno, serás la última.

—Concuerdo. —Dijo Liliana.

—No podremos pasar tiempo con Arthur si hay más chicas haciendo cola. —Miri asintió con la cabeza.

Arthur soltó una pequeña risa.

—De acuerdo. Por mi salud, no podría estar más de acuerdo con ustedes. —Arthur suspiró—. Alejandra, serás mi última mujer, nos ayudaras espiritualmente con el reino. Todo lo que hagas debe ser por y para el bien del reino y su gente, sin importar qué, no puedes cuestionar nuestras órdenes.

—Esta bien, Amo. Obedeceré sin cuestionar. —Alejandra inclinó la cabeza.

—¿Cómo me llamaste? —Arthur levantó una ceja.

—Amo... Así es como llaman las amantes a su pareja cuando no pueden ser una esposa legítima.

Arthur sacudió su cabeza, ya no quería pensar en eso ni en nada relacionado.

—Como sea... Ahora que terminamos el juramento, Alejandra, por favor. Dinos todo lo que sabes de la santa iglesia. —Dijo Arthur.

—Con gusto, Amo. —Alejandra sonrió.

...

La santa iglesia es mucho más grande de lo que tenían pensado, su influencia no se limitaba solo a este continente sino que esparcía casi, CASI, por todo el mundo.

Rey De Reyes - Volumen 1Where stories live. Discover now