Capitulo 33

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A decir verdad, el camino por las montañas no era imposible de cruzar. Era diferente con 30 mil hombres intentándolo, claro, pero para Arthur y sus hombres fue sencillo.

Iniciaron a las 6 AM del día siguiente y cruzar la montaña les tomó hasta las 3 de la tarde, después de descansar un poco rodearon el fuerte sin ser botados y se escondieron en un bosque no muy lejos de la puerta trasera.

Hombres y mujeres estaban reunidos alrededor de Arthur quien había dibujado el fuerte en la tierra.

—Bien, estamos aquí, nuestro objetivo está al otro lado aquí pero lo más importante es encontrar la manera de entrar. —Dijo Arthur—. Es imposible que la parte trasera esté completamente desprotegida así que, mientras nosotros intentamos colarnos, ustedes chicas acabarán con cualquiera que ronde por los muros.

—Nosotras nos encargaremos mi señor. —Dijo una arquera.

Arthur asintió con la cabeza.

—Robert, tú, yo y 20 hombres más entraremos sin armaduras, nos haremos con unas armaduras Fendarianas y actuaremos como patrullas hasta llegar al mecanismo de la puerta.

Arthur los miró a todos.

—Todos aquí sabemos cómo matar, los entrené para eso. Así que, entre más Fendarianos "Desaparezcan" en silencio, más fácil será nuestra misión. ¿Entendido? —Dijo Arthur.

Todos asintieron con la cabeza.

—Bien, preparemos unas escalas. Va a ser una noche movida. —Dijo.

...

1 A.M

—¿No sé están tardando mucho? —Gruñó Elliot.

—Esa es la idea. —Dijo Liliana—. ¿No ves que deben entrar cuando haya más Fendarianos dormidos?

—Hmph, que perdida de tiempo... —Dijo Elliot.

—Mi señora, recuerde que no puede participar en el campo, debe quedarse atrás mientras yo dirijo en su lugar. —Dijo Winston.

Liliana asintió con la cabeza, a decir verdad su corazón latía con preocupación pero es tan buena líder que sabía controlar sus expresiones.

—Por favor Arthur... Más te vale regresar sano y salvo. —Pensó

Incluso el conde Preston tenía casi los mismos pensamientos.

—Veamos de que estás hecho, muchacho. —Pensó.

En cualquier momento podría iniciarse el incendio que mencionó Arthur, los hombres ya estaban listos para ir a la batalla con sus herramientas de asedio.w

...

—¿Listas? —Preguntó Arthur.

—De la orden mi señor. —Respondió una arquera.

—¡Fuego! —Gritó en voz baja.

Cómo susurros mortales, las flechas volaron llevando consigo el silbido de la muerte, los pocos hombres que vigilaban las murallas traseras, nunca esperaron que sobre ellos cayeran flechas y murieron sin siquiera poder gritar.

—¡Ahora! —Dijo Arthur.

Sus hombres corrieron con las escaleras de madera sobre sus cabezas, al llegar al borde del foso, las colocaron lo más rápido que pudieron y comenzaron a subir mientras un par de ellos las sostenían por si acaso.

Los que lograron subir, tiraron los cuerpos de los vigías por el borde del muro, sus uniformes quedaron inutilizados por las flechas.

Mirando hacia el interior del fuerte, Arthur pudo ver alguna que otra patrulla de soldados. Arthur les hizo señas a sus arqueras y estás regresaron al interior del bosque.

Rey De Reyes - Volumen 1Where stories live. Discover now