Capitulo 15

1.6K 246 33
                                    

Los bailes cesaron, la gente aprovechaba estos momentos para charlar entre sí. Arthur se encontraba charlando con la cumpleañera y sus amigos.

De hecho era la primera vez que entablaba conversaciones amistosas con jóvenes de su edad. Allá en Orley todos lo tratan como su líder, aún si lo ven como su amigo, le tienen mucho respeto.

Todo estaba siendo divertido hasta que...

-¡Sir Arthur, yo, Elliot Mallory, te reto a un duelo! -Exclamó un joven.

Este tenía aproximadamente la misma edad que Arthur y era hijo del general Mallory aquí presente, todo apuntaba a que su hijo, el cuál tenía bastante talento, podría alcanzar la grandeza de su padre.

El problema es que era muy impertinente.

Arthur no lo conocía en persona pero Adela se había asegurado de nombrarlos a los más importantes y a sus hijos, uno de ellos era el propio general.

-¡Sir Mallory, ahora no es el momento! -Regañó la cumpleañera.

-¡Si, además sir Arthur no es un caballero sino un comerciante! -Dijo otra chica.

Arthur les había dicho que era un comerciante y tenía negocios con Adela, sin revelar mucho explicó que era muy buenos amigos, estos por supuesto se lo creyeron.

-La diferencia no tiene comparación. Simplemente es injusto, ¿Un comerciante contra un caballero? -Dijo un chico.

-¿Por qué sir Mallory querría enfrentar a sir Arthur en un duelo?

Todos se preguntaban lo mismo, la razón era porque, antes de que llegara Arthur quien destacaba era él aunque solo por ser hijo de su padre.

Le había regalado a Miri una de sus mejores espadas, aunque la princesa aceptó a regañadientes fingiendo estar encantada, él creía que su regalo fue perfecto.

Pero viene este idiota de pelo blanco con un pedazo de barro cocido y la hija del conde se sobresalta de la emoción. ¡¿Cómo podría permitirse semejante deshonra?!

Aparte de eso, saca a bailar a Adela, la mujer con la que ha estado deseando acostarse desde hace quien sabe cuánto.

Elliot Mallory había probado incontables mujeres, ya sea por las buenas o por las malas pero ninguna le había provocado tanto deseo como Adela.

Solo quería probarla y sentir el roce de esas anchas caderas y ese enorme busto, no le interesaba ella ni sus negocios. En cuanto a su futuro, si no podía casarse con una de las princesas, esperaba por lo menos desposar a Miri. Es un futuro mejor que estar con una treintona, al menos podría permitirle ser una de sus concubinas, Adela debería de estar muy agradecida, o eso pensaba Elliot.

¿Pero cómo podría hacerlo con el imbécil de Arthur acaparando la atención de casi todos?

La gente alrededor de Arthur reía de sus comentarios y chistes pero a él no le causaba gracia, pensaba que todo el mundo estaba fingiendo solo porque él conoce Adela.

Digamos que estaba 70% equivocado en eso último. Él solo odia a Arthur porque sí, por eso nada le causa gracia, en cuanto al resto, si pensaban que Arthur era agradable, pero también pensaban que podría ser una oportunidad para acercarse a Adela.

-¿Hmph? No me digas que piensas esconderte tras estás damas, ¿Acaso no tienes honor? -Dijo Elliot.

Todos miraron a elliot como si fuera idiota, luego miraron a Adela quien veía esto con total seriedad.

A decir verdad, ella quería saber cómo se desarrollaba esto, pero no quería permitir que su amigo fuera humillado. Ella invitó a Arthur aquí, ¿Entonces como podría verle la cara de nuevo si algo sale mal?

Rey De Reyes - Volumen 1Where stories live. Discover now