Capitulo 101

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—Muchas gracias por su visita, majestad. Y gracias a ustedes por atender a mi familia. Espero que los dioses les devuelvan este gran favor. —La mujer y su esposo se inclinaron con agradecimiento y respeto.

Los 3 se despidieron y continuaron con su camino.

—No me canso de esto, ayudar a las personas se siente muy bien. ¿Cuál casa sigue? —Preguntó Liliana.

—De hecho, esta era la última. —Arthur soltó una pequeña risa.

—¡¿Eh, en serio?! —Liliana los miró sorprendida.

Arthur señaló el cielo el cuál se estaba poniendo naranja.

—Fue rápido ya que afortunadamente no todo el mundo necesitaba asistencia médica. Y no somos el único grupo haciendo lo mismo. —Mencionó Miri.

—Es verdad, me olvidé que teníamos otros grupos haciendo chequeos médicos... Hoy hiciste un muy buen trabajo, Miri. Sin duda te ganaste el corazón de muchas personas hoy.

Miri se sonrojó un poco pero sonrió.

—Me alegra poder ser de ayuda. Aunque estaba algo nerviosa, se sintió como si fuera una especie de examen. —mencionó Miri.

—Quizas sea porque tú señor esposo guión maestro estuvo presente todo este tiempo. —Liliana le lanzó una sonrisa burlona a Arthur—. ¿Que dices, aprobó?

—Perfectamente. —Arthur asintió con la cabeza—. Estoy muy orgulloso de ti Miri.

Miri sonrió tiernamente.

—Bien, volvamos al palacio. Tanto trabajo me dio hambre. —Dijo Arthur.

Ambas asintieron con la cabeza.

...

En una habitación del palacio se encontraban dos niñas, una sentada abrazando sus propias rodillas mientras miraba por la ventana con tristeza, la otra la miraba con incomodidad.

—¿Estas bien? —Preguntó Emma

La niña junto a la ventana se giró, por supuesto se trataba de Nanya.

—¿Cómo podría estar bien? Mi familia está encerrada y yo estoy aquí sola. —Nanya bajó la cabeza.

—Pero yo estoy aquí contigo. —Emma la miró confundida.

—Ha... No lo entenderías, solo eres una niña. —Nanya suspiró.

Emma frunció ligeramente el ceño. Pero, tranquilamente se sentó frente a Nanya.

—Yo también estuve sola, mamá y papá murieron cuidándome. Estaba triste y no sabía que hacer pero Arthur me encontró y me cuidó, me dieron trabajo en su casa hasta que un día mami Adela me pidió ser mi mamá y me aceptaron como su hija. —Emma miró por la ventana mientras Nanya la observaba.

—¿Entonces eres adoptada? —Nanyan preguntó.

—Ajá. Pero no es tan malo, mami Adela me abraza todos los días y me da de comer, me lee historias o a veces paseamos o me peina. —Emma sonrió.

Emma se levantó y comenzó a buscar algo entre sus cosas, sacó un libro y se lo enseñó a Nanya.

—Pero lo que más me ha ayudado son mis estudios. ¿Quieres que te enseñe un poco lo que he aprendido?

—Ar... ¿Aritmética? —Nanya frunció el ceño, nunca había leído o escuchado esa palabra. Emma asintió con la cabeza.

...

Nanya estuvo un rato aprendiendo aritmética de Emma, al principio estaba confundida pero después estaba endemoniada mente aburrida

—¡Esto es aburrido! —Nanya tiró su lapiz—. No entiendo cómo puede gustarte esto. Eres rara.

Rey De Reyes - Volumen 1Where stories live. Discover now