Tenían la ventaja de información, con las fronteras del país cerradas, nadie sabía que estaba pasando dentro o fuera, no había comunicación. Y los reinos alrededor de Glideric no podían aprovechar el débil estado del país.
No sabían cuál fue los resultados de la guerra del rey Baldric, no sabían sobre la nueva reina, no sabían nada y eso los tenía algo ansiosos.
Pero no iban a hacer algo tan estúpido como cruzar la frontera nada más para averiguarlo.
—¡Robert! —Arthur levantó su mano saludando con alegría a su gran amigo.
—¡Vaya, al fin llegan! Casi 5 meses eh, me tenían olvidado —Robert soltó una pequeña risa.
—¡Sir Robert!
Robert y Arthur se giraron hacia la voz que llamó, se encontraron con una mujer de al menos 30 años, cabello castaño y ojos verdes. La mujer se acercó a Robert con una gran sonrisa y una canasta en sus manos.
—¿Izora? —Robert la miró confundida.
—Uf... Que alegría verlo, estaba ansiando su llegada. —La mujer le mostró la canasta a Robert y le quitó un poco la tela—. Sir Robert ha estado trabajando muy duro últimamente así que le he preparado una canasta de pan para cuando llegue.
El vapor que salía de la canasta era bastante llamativo, claramente estaban recién hechos. Hasta un ciego notaría solo por el aroma que estaban hechos con amor.
—Gracias, Izora pero ahora no es un buen momento... —Robert se veía bastante incómodo ya que todos los estaban mirando.
—¿Mn? ¿Acaso Sir Robert ya comió? Es una pena, esperaba que pudiese compartir un buen estofado mientras disfrutaba de este buen pan. —La mujer, aunque muy amable, se podía hasta sentir la decepción en su voz viendo los panes que con tanto cariño hizo.
Robert se cubrió la cara con su mano al sentir las miradas sobre él. En especial la sonrisa bromista de Faila ahora mismo.
—N-No es que no quiera, Izora, es solo que si te de tuvieras por un segundo a mirar a las personas frente a mí...
La mujer llamada Izora frunció ligeramente el ceño y se giró a las personas que señalaba Robert.
—Es un placer conocer a los amigos de Sir Robert, mi nombre es Izora, soy una granjera aquí en Naesbrey. ¿Quieren un poco de pan?
Robert se llevó la mano otra vez al rostro.
—Vaya, gracias. —Dijo Faila tomando un pan.
Arthur y sus esposas le siguieron. Izora por supuesto, no los reconoció.
—Es un placer, Izora. ¿Desde hace cuánto conoces a Robert? —Preguntó Arthur.
—Oh, nos conocimos hace un par de meses cuando visitó mi granja. Estaba pasando por una situación muy fuerte cuando milagrosamente apareció y comenzó a trabajar reformando el lugar. Aunque haya sido por orden de la reina, se notaba el esfuerzo que él hacía por nosotros.
Arthur miró a Robert de reojo y asintió con la cabeza.
—Entiendo. Me alegra saber que usted y su familia se están recuperando. —Arthur sonrió.
—S-Sí... Gracias, señor. —Izora tenía una sonrisa forzada.
Arthur frunció un poco el ceño hasta que Robert colocó una mano en el hombro de Izora y miró a Arthur.
—El esposo de Izora falleció hace 5 años y su padre quien la acogió en ese entonces fue reclutado a la fuerza por el rey Baldric. Él... No sobrevivió. Ahora solo le queda su hija, Janna. —Explicó.
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Rey De Reyes - Volumen 1
General Fiction¿Que pasaría si un joven amante de la estrategia, gestión de recursos y supervivencia va a otro mundo ambientado en la edad media dónde los castillos se alzan y las espadas chocan? Pues de eso trata esta historia, Arthur, un joven muy inteligente y...
capitulo 106
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