Mientras tanto, Liliana ordenó a otro grupo de soldados que reunieran a la población de la capital en la gran plaza para una ejecución. No hacía falta decir más, el rey Baldric iba a morir hoy.
...
-¡Que se pudran! ¡¿Cómo sabemos que no nos matarán cuando todo esto termine?!
-¡¿Eres idiota soldado?! ¡Son 40 mil soldados! ¡Si nos quisieran muertos ya lo estaríamos!
-¡Aún así, nunca nos rendiremos! ¡Nosotros no somos los traidores!
-¡El único traidor es el rey, imbécil! ¡Todavía pueden salvarse! -El capitán de la guarnición suspiró-. Lo siento, majestad, supongo que no podremos entrar por las buenas.
Liliana consoló los esfuerzos del soldado con unas palmaditas en el hombro, avanzó un poco y miró a los soldados que se negaban a rendirse.
-¡Soy la princesa Liliana, yo-
-¡Me da igual quien sea, solo escucho los desvaríos de una perra traidora! ¡Si se quita la ropa y baila puede que quizás lo piense! ¡Ja, ja, ja, ja!
Todos miraron a Liliana, lo único que se podía escuchar era el eco de las risas de aquel hombre.
-Dame eso. -Liliana le quitó el fusil a Arthur.
Mientras el hombre reía, Liliana apuntó hacia el hombre y sin dudar disparó, su risa se vio silenciada por un repentino estruendo que estremeció a la gran mayoría de presentes.
El hombre cayó de la muralla que protegía el palacio dejando perplejos a todos aquellos que jamás habían visto un arma de fuego.
Fue un disparo limpio, directo al corazón. La armadura ni siquiera pudo detener la bala. Liliana accionó el cerrojo y le devolvió el fusil a Arthur.
-¡Maldición! -Dijo Faila impactada, pensó que eso había sido bastante genial.
Winston avanzó un poco y se aclaró la garganta.
-¡Ahora se están dirigiendo hacia la reina Liliana! ¡Si no se rinden ahora, entraremos a la fuerza y los ejecutaremos por traición! ¡La decisión es vuestra!
Los soldados se miraron entre sí, la puerta comenzó a abrirse casi al instante. Una vez dentro, los soldados se ocuparon de que los que estaban en el interior se rindieran voluntariamente. Solo obedecían órdenes y por ello fueron tratados con dignidad. Casi se podría decir que no estaban siendo arrestados realmente.
-Traiganlo ante mí. -Dijo Liliana.
50 hombres liderados por Winston, Robert y Tiberius invadieron el palacio en busca del rey, al no haber mucha oposición, no tardaron en traerlo junto a una docena de hombres más.
Se nota que alguien había disfrutado un momento a solas con el rey, Arthur miró a Tiberius y se encogió de hombros mientras suspiraba.
-Lo siento, necesitaba hacerlo. -Dijo Tiberius.
Liliana miró a su padre, golpeado y amordazado, este le devolvió la mirada llena de ira. El corazón de Liliana latio rápidamente por un instante pero tomó un respiro para calmarse.
-Dudo mucho que haya números suficientes para enumerar los crímenes que has cometido contra el reino, pero se te juzgará por los que ya conocemos. -Liliana se aclaró la garganta-. Rey Baldric, por los crímenes de genocidio, violación, traición, robo, extorsión, deserción, abuso físico y verbal, atentar contra la seguridad y el bienestar del pueblo y sus propiedades, abuso de menores, incesto, intento de filicidio (Intentar matar a un hijo o provocarlo), parricidio (matar a un cónyuge o ascendiente), herejía, esclavitud...
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Rey De Reyes - Volumen 1
General Fiction¿Que pasaría si un joven amante de la estrategia, gestión de recursos y supervivencia va a otro mundo ambientado en la edad media dónde los castillos se alzan y las espadas chocan? Pues de eso trata esta historia, Arthur, un joven muy inteligente y...
Capitulo 96 - El fin del prólogo okno
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