capitulo 37

61 5 0
                                    

No se cuanto tiempo pasamos nadando en aquel lago, Oscar trataba de acercarse a mí, trataba de alejarme pero esta vez no era por miedo en realidad quería jugar un rato con él, nos la pasamos así por un rato.

Hasta que por fin decidí salir y Oscar salió poco después, mi pelaje se había limpiado muy bien, y ahora estaba tan blanco como la nieve, aunque todavía me era raro mirar mi reflejo.

Tanto mis ojos como color de pelo eran diferentes incluso llegue a pensar que había poseído el cuerpo de alguien más, pero tenía que admitirlo mi nueva apariencia era muy hermosa.

Quería hablar con Oscar de muchos temas, pero decidí que lo mejor seria esperar un poco más, pues aún estábamos en territorio enemigo, y con esa idea decidí permanecer en mi forma de lobo por un rato más, aunque me daba mucha curiosidad saber cómo me vería en mi forma humana.

Oscar parecía querer decirme algo, pero al final lo único que hizo fue mover la cabeza en una dirección, señalando que ya deberíamos irnos a lo que yo también asentí.

Oscar espero que me acercara un poco para empezar a moverse, él iba adelante supuse que se debía a que quería protegerme, estaba muy alerta sin mencionar que de vez en cuando miraba hacia atrás confirmando que lo seguía.

Era una escena muy adorable, continuamos así hasta que por fin llegamos a la pista, junto a la carretera note que todos estaban en su forma de lobo, aunque a excepción de Oscar, Carme y yo todos eran más pequeños.

Cuando todos notaron que llegamos se abrieron paso como si nos dieran la bienvenida, era muy evidente que estaban muy felices por que no paraban de mover la cola como si fueran cachorros esperando a sus padres.

Por unos segundos creía que podrían estar molestos conmigo por casi atacarlos, pero a comparación de lo que creía, cuando me miraban sus ojos brillaban hasta el punto de hacerme sentir un poco incomodo.

No paso mucho hasta que llegamos al lado de Carme quien estaba delante de todos, y cuando el grupo de tres se reunió todos los demás serraron el camino y comenzaron a observarnos cuidadosamente esperando algo.

Carmen se dio la vuelta para caminar hacia una ruta sin camino, lleno de árboles que parecía como si nadie hubiera pasado por ahí, y me percate que todos están esperando la señal para avanzar.

Nadie se atrevió a moverse, aunque Oscar ya había empezado a caminar, decidí seguir a Oscar y no paso mucho hasta que al fin llegué a su lado, cuando lo hice los demás lobos empezaron a avanzar.

Después de todo la regla era que los lideres pasen adelante, aunque era un poco extraño que Carmen pasara primero, pero lo que mas se me hizo extraño es que todos me consideran como su líder también.

Comprendí que esta manada ya hace mucho que me había aceptado, pero era yo quien no se había dado cuenta de ello.

Inconscientemente volví la cabeza para mirar a Oscar quien parecía satisfecho, este tipo sabia que si no avanzaba los demás no se moverían por eso avanzo sin preocupaciones primero, me tendió una pequeña trampa, aunque también le debía agradecer por haberme recordado lo que significó para esta manada.

Caminamos por un rato por un ambiente parecido al de un bosque hasta que llegamos a un rio, no era profundo por lo que nadie tendría problemas en cruzarlo, después de eso caminamos por un pequeño bosque hasta que llegamos a una montaña donde tuvimos que subir por unos minutos, creí que nos tardaríamos mas de una hora en subir hasta la sima, pero...

En realidad, solo la intención de Carmen era guiar a la manada a una cueva que estaba a medio subir, a simple vista no se podría encontrar pues estaba siendo oculta por unos cuantos árboles.

Creí que me rechazaríasWhere stories live. Discover now