Creí que me rechazarías

capitulo 34

Óscar comenzó a atacarles más agresivamente para evitar que me hagan daño, era para él tratar con todos solo, y yo era muy inútil para defender o pelear con alfas.

Lo único que podía hacer es quedarme quieto sin hacer nada... comencé a pensar que seria mejor que me mataran de una vez así Oscar podría lograr salvarse, incluso mi expresión se volvió oscuro.

Pero quien hubiera pensado que Oscar notaria mi molestia y mientras peleaba dijo:

"Ni pienses en morir, te necesito, y siempre te voy a quererte en mi vida, sin ti nada tendría sentido"

"¿Qué?"

No sabia a que se refería, por que no hacer unos días me ignoro para irse con otro y ahora decía eso, ya no pude callar y le volví a gritar:

"Entonces, ¡¿Quién era el lobo de pelo castaño del bosque?"

"...¿Lobo?"

No sabia por que parecía confundido a mi pregunta, acaso no recordaba-"¿Tu nuevo amor?"

Mientras trataba de discutir el tema de pronto se escucho un grito que provenía de la puerta principal, sin embargo, era una voz muy conocida, pero lo que dijo fue...

"¡Ataquen!"

¡Era la hermana de Oscar!, ¡ella también vino!!, ¿Acaso estaban planeando una guerra? -Trate de encontrar otra razón razonable de sus acciones, pero entonces volvió a gritar.

"¡Juro que los matare a todos, si no nos regresan a mi cuñado!"

"..."-No sabia si debería sentirme conmovido o avergonzado.

"¡Si no lo hacen el idiota de mi hermano va enloquecer!"

Claramente la ultima parte no era necesaria, pero me hizo sentir un extraño cosquilleo en el pecho e inconscientemente voltee para mirara a Oscar que seguía luchando, aunque era claro que las palabras de su hermana causaron que sus movimientos fueran más torpes.

Pero presentía que sus palabras podrían tener un poco de verdad, volví la mirada para observar que la escena de Carme derribando la puerta mientras muchos rostros conocidos ingresaban corriendo para enfrentarse con los de esta manada.

Y como creí su fuerza era muy superior, me tranquilizo al saber que no saldrían tan lastimados por mi culpa, pero mientras pensaba que teníamos una gran ventaja, apareció alguien con una gran capucha negra detrás del líder del líder.

De pronto dio un paso al frente del líder y sus manos hicieron una palma, trate de observar si pasaba algo, cuando de pronto una esfera de color morado comenzó a formarse entre sus palmas, y en unos instantes se había convirtiendo en una lanza.

Por alguna razón mi cuerpo no pudo moverse ni hablar, era como si estuviera hipnotizado, y cuando trate de forzar mi cuerpo, el hombre encapuchado arrojo la lanza hacia mí.

Al comienzo creí que no lo lanzaría, porque no dañaría a sus aliados, pero quien imaginaria que no les importaría pues la lanza perforo a todos los que se interponían en su camino, era como se una aguja pasara por tela dejando una enorme prueba de su presencia.

Ya había asesinado a casi seis de sus aliados hasta que al fin estaba casi a dos metros de mí, sabía que ya no había nada que hacer, además Oscar estaba ocupado ocupándose de otros.

Por reflejo serré los ojos esperando a que el dolor y la muerte llegaran, pero después de unos segundos no sentí nada, así que decidí abrir los ojos, pero no me esperaba que...

Oscar me había protegido, cubriéndome con su cuerpo, sin embargo, el se llevo la peor parte, bajando la vista para buscar la herida, la lanza estaba clavada en su pecho.