Quédate Con Nosotros

Extra 1.

Romina Hoffman.

23 de diciembre

Salgo corriendo a recibir a uno de mis bebés mayores, el último que faltaba en llegar, Ernest me levanta del suelo y me abraza fuertemente.

-También te extrañe mamá.

Me separo y elevó mi cabeza para ver su rostro, su cabello castaño rojizo está alborotado y sus ojos grises siguen teniendo esa inocencia del niño que conocí hace ya 10 años, 12 de mis hijos ya están en la universidad, algunos decidieron estudiarla en el extranjero, algunos decidieron estudiarla aquí en Alemania.

-Detesto que te hayas ido a otro país a estudiar la universidad, pero feliz que estés viviendo nuevas experiencias al igual que tus demás hermanos.

El ríe divertido, está por decir algo cuando la puerta de la casa es abierta abruptamente por varios niños que vienen a saludar a su hermano, me río al ver como es bombardeado con muchos abrazos.

Veo a Konrad salir de la casa, en su espalda viene Anelisse y en cada brazo lleva sujeto a dos niños boca abajo mientras ellos se remueven inquietos, me acerco a ayudarle y tomo a Derek mientras el sujeta mejor a Ayla.

-¿Princesa puedes bajar de la espalda de tu papá? Tu abrazo me deja sin aire, mi cielo.

Anelisse ríe y se baja de su espalda cuando él se agacha, ella se queda enfrente de nosotros esperando que el bullicio se calme y tener su turno de abrazar a su hermano, su cabello castaño claro se mueve por el viento, sus ojos azules igual que el de su padre mira divertida y ansiosa como sus hermanos hacen tanto alboroto.

-¿Puedo ir ya?

-Ve, pero ten cuidado porque ya sabes cómo son tus hermanos mayores cuando están juntos.

Sale corriendo hacia ellos, le pide ayuda a uno de sus hermanos para llegar a Ernest, el cual la toma rápidamente y la abraza mientras ambos ríen.

-Tamben quero ir, quero ver a Er.

Derek señala a donde sus hermanos hablan animadamente mientras aún se terminan de dar abrazos, tratando de no lastimar a los más pequeños en el alboroto.

-Ya verás a tu hermano.

Esa respuesta no le gusta a Derek y voltea a ver fijamente a su padre.

-Papi baja.

Ahora Ayla lo ve fijamente también, cuando se une a su hermano para hacer su mirada que ellos creen intimidante casi siempre consiguen todo lo que quieren.

Nuestros últimos hijos, mellizos, con apenas 2 años, cabello rubio oscuro y los ojos de su padre. Si, ambos sacaron la heterocromia de su padre.

-Ya puedes dejarlos en el suelo papá.

Volteamos hacia Ernest el cual ya dejó de ser abrazado por los demás, se agacha en el momento que Konrad deja a los mellizos en el suelo y ellos corren encantados hacia su hermano, por último saluda a Konrad, veo como Ernest cierra los ojos y lo abraza fuertemente, no es un secreto que adora a su padre y que es al que más extraña de todos.

Hago entrar a todos para que vayan arreglarse y poder irnos al hospital a visitar a los niños y llevar unos regalos, cuando ya todos están arreglados y bonitos no puedo evitar pedir tomarles fotos.