Quédate Con Nosotros

Capitulo 2

Konrad Hoffman

9 de marzo.

Termino de ordenar los últimos papeles que tenía que revisar y agarro mis cosas para irme a casa y ver a mis hijos, cuando salgo mi secretaria no más me ve empieza arreglar su escote, no soy de mezclar las cosas con el trabajo, podrá estar bien físicamente, pero a leguas se le nota lo que anda buscando.

-Señor no necesita o quiere algo más antes de irse.

Volteo a verla seriamente, podré hablarle en todos los idiomas que no estoy interesado en sus servicio, pero igual no captará el mensaje.

-No necesito de tus servicios.

Lo digo con sarcasmo y sigo avanzando hacia el ascensor.

-Puede follarme cómo le plazca señor y ver hasta más tarde a sus moco...

No termina de hablar al verme caminar hacia ella enojado, retrocede por instinto, golpeo el escritorio haciendo que me vea con miedo.

-A mis hijos nadie los llamará así, considérese despedida, recoja todas sus cosas, avisaré a seguridad para que se aseguren que salga hoy con todas sus cosas de mi oficina.

-Se...señor yo yo lo siento, puedo arreglarlo.

-No hay nada que arreglar, largo de mi empresa.

Intenta darme una cachetada, tomo su mano sin nada de delicadeza y la jalo para que mi cara quede cerca de la suya.

-Considera tu vida arruinada, a mi ninguna mujer me volverá a poner una mano encima y mucho menos una mujerzuela como tú.

Me voy hacia el ascensor antes de dirigirle una última mirada y ella me ve asustada por mis palabras, cuando el ascensor se cierra me pierdo en mis pensamientos.

Nunca mas una mujer me pondrá una mano encima, ni dañará a mis hijos ni a mi.

Llego a casa y me dirijo a mi oficina que tengo acá para cuando decido quedarme en casa con mis hijos y sale alguna emergencia del trabajo, dejo mi maletín para luego dirigirme al segundo nivel para buscar a mis hijos, los encuentro en el salón de juegos, los veo jugar, bueno excepto a los cuatrillizos, se encuentran leyendo, sonrío débilmente, sin ellos no se que sería de mi.

Carraspeo para llamar su atención, voltean a verme y cuando ven que soy yo corren hacia mi para abrazarme, sonrío grandemente mientras me envuelven con sus abrazos. Detesto que mis hijos sean como yo, que afuera son unos niños tan serios, no tienen amigos y no toleran estar cerca de alguna mujer y peor si ven que tienen algún interés en mi, pero cuando ya estamos en casa solo nosotros, somos felices, pero todavía esta esa espinita en mi corazón de que algo nos falta para estar completos.

Levanto a Ethan y Connor en mis brazos, mientras veo a mis hijos mayores.

-¿Tienen tarea que hacer? ¿Les ayudo?

Mis cuatrillizos asienten mientras van a buscar sus cosas, no han dicho ni una sola palabra, eso no es bueno, aprieto mis labios sabiendo que es lo qué pasa. Me percato que Ethan tiene una curita en su mano.

-¿Que te paso hijo?

-Casi me atropellan.

-Que!!!

Me asustó y empiezo a revisar cada parte de su cuerpo.

-Tranquilo papá, una mujer me salvó, pero cuando caímos me raspé la mano

Bajo con el en brazos buscando a mi nana Erika, la encuentro terminando de preparar la cena con el demás personal que tenemos, se da cuenta de mi presencia y viene hacia mi para saludarme.