Capitulo 16

10.3K 616 6
                                    

Emma Hoffman.

06 de mayo.

Suelto un quejido doloroso cuando intento desenredar mi pelo, podrá ser liso pero siempre que salgo de bañarme sale todo enredado, el de mis hermanas es igual, estamos las tres frente a un gran espejo mientras tratamos de desenredarlo despacio para que no nos duela, pero es inútil.

-Esto duele mucho.

-Ya mejor me corto el pelo quedando calva.

Elisa y yo nos reímos ante el arrebato de Eda cuando tira el peine desesperada, para luego recogerlo enfurruñada. Volteamos a ver la puerta cuando alguien toca, una cabellera rubia se asoma, unos ojos castaños nos miran con cariño. Trago saliva duramente, sigo sin acostumbrarme a que me mire con tanto cariño, no solo a mi, a todos mis hermanos.

-Hola, venía a decirles que dice su abuela que bajen a almorzar.

Ninguna se atreve a responderle, ve los peines en nuestras manos y luego nuestro cabello.

-Veo que tienen problemas con su pelo ¿les ayudo?

Nos vemos entre nosotras tres pensando si dejarla o no, me siento un poco mal ya que me recuerdo que cortamos su pelo. Brinco del susto cuando quita el peine de mi mano y empieza a desenredar mi pelo. Cierro mis ojos esperando alguna molestia ya que siempre duele cuando lo intento desenredar, cuando no siento nada de dolor abro mis ojos.

Separa mi pelo en dos partes y empezó a peinarlo desde las puntas delicadamente, sus ojos me ven a través del espejo.

-¿Te duele cariño?

Niego levemente sintiendo un nudo en la garganta, siempre quise que mi madre hiciera esto, mi ojos se humedecen cuando deja mi pelo bien desenredado y adornado con dos broches. Besa mi cabeza para luego hacer lo mismo con mis hermanas.

Cuando termina con las tres, se queda tras nuestras viéndonos con una sonrisa a través del espejo pero se le borra rápidamente al ver lagrimas en nuestros ojos.

-¿Las lastime? ¿No les gusta como las peine?

Intenta quitar los broches de nuestro pelo, nos apartamos rápidamente mientras limpiamos nuestros ojos.

-Si nos gusta, gracias Romina.

-¿Seguras? Puedo hacer otros peinados, no teman en decir que no les gustó.

-Seguras, puedes hacernos otros peinados otro día, si quieres.

Eda y yo miramos sorprendidas a Elisa, ella abre sus ojos dándose cuenta de lo que dijo, se que quiere retractarse pero Romina habla antes.

-Claro, puedo hacerlo cada que logre venir. Ahora vamos porque si no su abuela me va agarrar de las orejas a mi también.

-Bajamos en un rato, solo buscaremos algo.

Ella se va dejándonos solas, volvemos a ponernos las tres frente al espejo, sin evitarlo empezamos a llorar en silencio las tres.

-¿Por qué mamá nunca hizo esto? ni siquiera volteaba a vernos.

-Apesar de que le destruimos su pelo, cuidó el nuestro con tanto cariño.

Paso mis manos por mi pelo, podrá verse como algo tan simple, pero creo que toda niña quiere que su madre le desenredé el pelo con paciencia, que te haga peinados, pero nosotras no tuvimos eso y que venga la mujer que ahora empiezas a ver cómo una madre, y que sin nosotras pedirlo, ella nos desenredó el pelo.

Algo tan simple, pero algo que se siente tan bien cuando lo hace tu mamá.

Limpiamos nuestras lágrimas para bajar a almorzar, la abuela nos mira.

-Pero que bonitas se peinaron hoy.

Nos sonrojamos cuando toda la familia nos voltea a ver.

-Romina nos peino.

Todos voltean a ver a la susodicha, la cual tenía a Ethan en brazos dando vueltas con el, mi hermanito tenía sus pequeñas manos en las mejillas de ella, riéndose entre ellos, ella voltea a vernos cuando nota todas las miradas en ella.

-¿Que paso?

-Nada querida, gracias por peinar a mis nietas.

-Oh no fue nada, se lo que se sufre con los nudos del pelo, aunque sea pelo liso. El mío es igual.

Nos guiña un ojo con complicidad.

Se fue ganando el cariño de cada uno, sin darse cuenta, nos está haciendo amarla, no está haciendo verla como nuestra madre.

Pero...

¿Sé quedará con nosotros?

¿Nos querrá lo suficiente como para querer quedarse con nosotros?





Es cortito, habrán varios capítulos así, es solo para ir mostrando los avances entre los niños y Romina.

Quédate Con Nosotros Where stories live. Discover now