Quédate Con Nosotros

Capítulo 68

Konrad Hoffman
07 de enero de 2024

-¿Cómo es posible que aun no se sepa nada de ella? Ya pasaron casi 24 horas de que desaparecio, mi mujer tiene que aparecer.

Todos estamos reunidos con los agentes que estan buscando a Romina, aun no saben absolutamente nada, los autos que se la llevaron salieron de la ciudad y los encontraron en la otra ciudad más cercana, abandonados y sin ninguna pista que nos lleve a ella.

-Estamos haciendo todo lo que podemos señor Hoffman.

-Pues no hacen lo suficiente, mi mujer esta con dos lunaticos que no dudaran en matarla y ustedes no hacen malditamente nada.

Mis primos me alejan del agente cuando lo tomo de la camisa con brusquedad.

-Calmate, ellos no tienen la culpa.

-Quiero a mi mujer, maldita sea. Que le dire a mis hijos, ni siquiera puedo responder a sus llamadas porque se que solo esperan que les diga que su mamá ya va regresar, si ella no vuelve, los corazones de mis hijos y el mio quedaran destruidos y no sabre como repararlos, entiendes eso.

-Te entiendo primo, pero debes tener la mente fría y no perder la esperanza.

Ya no puedo con esta opresión en el pecho que me asfixia, quiero a mi esposa y a mi bebé aquí conmigo, quiero asegurarme que estan bien, que siguen aquí, siento una mano acariciar mi espalda, volteo hacía mi suegra, la mujer que conocí llena de alegría ya no esta, su semblante es decaído y sus ojos apenas logran dejar de soltar lagrimas. No decimos nada, ninguno tiene palabras para consolar al otro, mi suegro esta peor, anda recorriendo las calles con volantes con el rostro de su hija, mis cuñados tuvieron que hacer que un doctor lo sedara, ya que no quería regresar sin Romina, no lo perdemos de vista ya que esta debil y peor con su afección cardíaca.

-Diga.

Volteamos a ver a uno de los agente cuando responde una llamada.

-¿En que hospital? Bien vamos para haya.

Se da la vuelta para vernos.

-Encontraron a una mujer a las afueras de la ciudad con las caracteristicas de su esposa, debemos ir a ver si es ella.

Un alivio se extiende por mi cuerpo.

-¿Esta bien?

El aprieta sus labios con cierto pesar.

-Esta mujer tiene varias heridas en su cuerpo, un golpe muy grave en su cabeza y un disparo en el pecho, la lograron llevar aun con vida al hospital más cercano, pero su estado es critico.

Siento que voy a caer, pero uno de mis primos me sostiene, Santiago agarra a su mamá antes de que caiga al piso, su cuerpo tiembla.

-No, por...favor no, mi pequeñita no.

-Muevase y llevenos ya.

No perdemos el tiempo y todos salimos rumbo hacia ese hospital, 20 minutos despues llegamos, no espero y salgo corriendo del carro, llego a recepción y pregunto por ella, pero no saben de quien hablo ya que no esta identificada.

-Dijeron que trajeron a una mujer muy herida.

-Oh si, la trajeron hace casí tres horas, creo que aun no a salido de cirugía, dejeme ir a averiguar.

La enfermera sale rapidamente, todos llegan a donde estoy.

-¿Que te dijeron?

-Iran a ver si aun esta en cirugía para poder ir a ver si es ella.

Todos nos quedamos en silencio, esperando. Despues de casi 20 minutos, la enfermera regresa.

-Ya esta en cuidados intensivos, necesito a uno para que me diga si la conocen.