Capítulo 69

4.4K 272 14
                                    

Evan Hoffman
17 de enero de 2024

Tengo una bata, gorro, guantaes y mascarilla puesto para poder ver a mi mamá, rogue tanto que me dejaran verla, 10 días para que nos dejaran verla, pero solo dejaron entrar a los 12 hijos mayores, de 4 en 4 nos dejaron entrar. Papá no quizo decirlo, pero sabemos que las cosas no van bien con mamá, no por nada papá hizo que siguieramos nuestras clases aquí en estados unidos, ahora vivimos aquí, esperando a mamá, pero...

¿Ella volvera?

Es la preguntas que hago cada noche, ¿Cuándo volveras, mami?. Pero en el momento que pase por esa puerta, mi corazón se rompío, mamá Romina reparo mi dañado corazón desde el momento que llego a nosotros, sano cada herida, cada grieta con su amor, ahora lo esta rompiendo en mil pedazos sin ella tener la culpa, ya que no lo esta haciendo a proposito.

Verla en esa cama con muchos cables conectados a su cuerpo, su brazo y manos vendadas, y su rostro lleno de golpes, solo nos hace ver lo mucho que la lastimaron, mi corazón dolía por ella, quería a mi mamá, quería sus abrazos, quería su risa, quería sus besos en la frente cuando iba a dormir.

Siento que es mi culpa, nuestra culpa, por nosotros le hicieron daño, por amarnos ella esta lastimada y podemos perderla para siempre. Quiero regresar a ese día que la abrace por primera vez, ver esa enorme sonrísa que siempre era para mi y mis hermanos, si tal vez hubieramos seguido nuestro plan de no acercarnos más a ella, ella estaría bien.

-No...no puedo verla así. Por favor papi, comere mis verduras, me portare mejor, pero que mamá ya no este así de lastimada.

Elisa abraza a papá y esconde su cara contra el, Emma hace lo mismo, ambas tiemblan en los brazos de papá. Eda y yo nos quedamos viendo a mamá, duele verla, pero no queremos dejar de hacerlo, tememos no volver hacerlo.

-La siento lejos, Evan. Siento a mamá lo más lejos de nosotros.

No quiero admitir que siento lo mismo, siento que cada día que pasa, ella esta más lejos.

-Vamos, sus demas hermanos deben entrar.

Seguimos a papá en silencio, volteo a ver a mi mamá.

No me dejes, por favor mami.

Ada Hoffman

Panico y miedo, eso es todo lo que siento cuando entro a la habitación en donde esta mi mamá, mis ojos se llenan de lagrimas, haciendo que vea borroso el cuerpo de mi mami en esa cama, cuando logro enfocar mejor mi vista, hubiera deseado no hacerlo.

¿A que hija le gustaría ver a su mamá toda golpeada, con mucho cables conectados a su cuerpo mientras lucha por su vida? Pues a mi no.

Verla ahorita solo me hace recordar esa noche lluviosa cuando la conocí, esos ojos castaños que nos vierón con verdadero cariño y preocupación. Esa noche cuando nos rescato y nos llevo a su casa, cuido tan bien de mis hermanos y de mi, recuerdo como me desenredo el pelo con mucha delicadeza despues de que me bañe, mi madre biologica nunca lo hizo, nunca supe que se sentía que tú mamá te peinara con cariño y paciencia, hasta esa noche que ella llego a nosotros, tambien recuerdo haberme escabullido a su cuarto cuando escuche un trueno, ella no pregunto, solo me rodeo con sus brazos y cuido de mi.

Por fin mis hermanos y yo teníamos algo bueno en nuestra vida, ella. Despues llego papá Konrad y mis demás hermanos, pero por ella es que los tenemos, por ella es que estamos todos juntos, por ella somos la gran familia que cada uno deseabamos tener, por ella ya no había espacio a la soledad y la tristeza.

Pero ahora, al verla así, es todo lo que podíamos sentír, tristeza era lo unico que sentíamos.

Mamá nos explico que la vida era un misterio, no sabemos que nos depara el futuro, no sabemos cuando es nuestro ultimo día con alguien, pero no pense que la vida iba ser tan cruel y nos la quisiera quitar pronto de nuestro lado, solo se que aun no podemos estar sin ella y no se si algún día podremos.

Quédate Con Nosotros Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt