La Batalla IX

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Momoshiki procura no salir hasta que todo haya acabado. No dejaré que él te controle amigo.

Muchacho es increíble que hayas logrado resistir a su poder. Shibai es un auténtico dios.

Ni tanto amigo, es tan solo un intento de dios mediocre que se vale de su poder para atormentar y esclavizar, pero su reinado acaba aquí y ahora.

Boruto activó su Jogan en ambos ojos para protegerse y proteger a su amado, su hermano y a su amiga del descomunal y desbastador poder de Shibai. Por eso todos estaban concientes y solo fingían ante ese enemigo.

A su vez Boruto envolvió a Momoshiki con su poderosa luz alejándolo así del alcance del enemigo. El Ootsutsuki era conciente de su increíble suerte al haber elegido a ese chico como recipiente.

De no haberlo hecho, ahora su espíritu estaría siendo controlado por ese oscuro dios falso.

Empezaba a creer en las palabras de Boruto, vería a Shibai caer mucho más pronto de lo que se había imaginado. Nada le causará mayor placer.

Boruto esperaba la oportunidad indicada para salvar a su terco hermano, y asegurarse de que Shibai no pueda poseer a nadie más.

Solo así se debilitaría lo suficiente como para exterminarlo de una vez por todas. Pero no tuvo que aguardar mucho, ya que la oportunidad se le presentó más pronto de lo que creyó.

Shibai en verdad estaba confiado de su gran poder destructivo y fue precisamente esa soberbia lo que lo hubo condenado. Takeshi y Mitsuki lo inmovilizaron con sus poderes, Sarada golpeó con fuerza el cuerpo de Kawaki y Boruto extrajo el espíritu de Shikai del cuerpo de su loco y terco hermano con su Jogan.

Kawaki caía inconciente en esos instantes, mientras Boruto encerraba al espíritu de Shibai en una burbuja de luz de la cual le era imposible escapar debido a su debilidad.

Haber utilizado el Seringan dorado estando controlando otro cuerpo te dejó sin energía vital Shibai. Fue una jugada arriesgada ya que se trató de un arma de doble filo.

Boruto le decía aquello sujetando dicha esfera en sus manos. Su cuerpo estaba envuelto con el manto dorado del Kyuubi. Nadie debía tocar esa esfera, salvo Boruto mismo, o Shibai lo poseería.

Este es tu fin maldito, dejarás de existir. Comenzare desintegrando tus Seringan, esos ojos no deben existir en este mundo. Y menos ser controlados por lunáticos como tú.

La luz que poseía el espíritu de Boruto comenzó a emerger de su propio ser transformando así el mando dorado que lo envolvía en blanco intenso. Lenta pero continuamente fue despedazando a Shibai.

Momentos después lanzó la esfera hacia arriba, mientras está se desintegraba junto al espíritu de ese nefasto Ootsutsuki quien lanzaba alaridos de dolor e impotencia ante los ojos de todos.

Los tatuajes del Karma celeste se activaron en el cuerpo de Boruto quien lanzó un alarido de poder, al tiempo que expulsaba toda su energía para exterminar a la mayor amenaza del planeta tierra y de todos los mundos.

—¡Desaparece de este universo y de todas las dimensiones Shibai! ¡Demasiado daño fuiste ocasionando!

Pero...si soy un...un dios.

— ¡No Shibai! ¡Jamás fuiste un dios! Solo te dejaste manipular por la oscuridad que no posee forma alguna.

¿Estás diciendome que tú...si eres el dios de la luz?

No, yo tampoco soy un dios debido a que la luz tampoco tiene forma alguna. The One no es un dios, sino un ser tan poderoso como solías ser tú. Solo que él jamás se interesó en esclavizar ni en destruir. Ahora desaparece de una vez maldito.

Una intensa y cegadora luz blanca invadió el planeta al completo en esos instantes. Shibai había dejado de existir.

La oscuridad iba cediendo terreno a la luz y el sol pudo al fin iluminar una vez más al planeta tierra. En la luna, Naruto y los demás habían exterminado al Juubi y a su ejército de minis juubis finalmente.

Ahora desaparecian de allí por el portal de Sasuke para aparecer en la tierra una vez más, instantes luego de que Boruto despedazara a Shibai.

Todos los habitantes de la tierra regresaban a sus respectivos lugares junto con los ninjas, quedando una vez más esa dimensión que los albergó desértica. Todo había acabado.

 Todo había acabado

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Atrapados ~MitsuBoru~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora