Naruto había perdido completamente la noción del tiempo tanto como la costumbre de comer. Su cuerpo no sentía hambre, no tenía necesidades fisiológicas y tampoco podía dormir.
Seguía cayendo sin parar en un abismo eterno, por más que intentase sostenerse de algo era inútil debido a que no había nada sólido a lo cual sujetarse.
Encima podía sentir el intenso dolor de su hijo Boruto en su alma misma, como si estuviese viendolo.
Al percatarse de ello se detuvo a pensar alejando la intensa desesperación que su alma misma albergaba.
Si puedo sentir el dolor de Boruto, significa que podría llegar a comunicarme con él. Podría incluso escapar de ésta prisión de una vez por todas. Debo intentarlo.
A partir de ese instante, el rubio se concentró en encontrar la abertura que era evidente existía. Pero la oscuridad de ese lugar, la sensación de estar cayendo a un vacío sin fin dando vueltas en el aire, lo maniataba a esa tóxica dimensión.
Boruto....hijo....ayúdame a salir de aquí ¡Boruto!
La angustia ya formaba parte de su misma escencia. Naruto había olvidado lo que se sentía ser feliz y sonreír. La oscuridad había empezado a adueñarse de su propia alma.
No...no caeré en tus garras...no...no dejaré que me enloquescas...
A medida que la mente de Naruto quería despedazarse, él utilizaba su gran voluntad para reconstruír sus recuerdos una vez más y así conservar la cordura. Pero era consciente de que no duraría mucho así.
Algo tenía que hacer para conseguir escapar de esa caótica dimensión.
Boruto...hijo...
La certeza de que su hijo lo necesitaba más que nunca, le daba fuerzas para seguir resistiendo. Pero llegó un momento en que escuchó la voz de Kurama desde su interior mismo.
¿Qué ocurre contigo Naruto? ¿Desde cuándo te das por vencido?
¿Kurama? ¿En verdad eres tú o enloquecí?
No enloqueciste muchacho, estoy dentro de tí pero al parecer me olvidaste y conmigo olvidaste todo lo que te propusiste hacer.
Kurama....amigo....
Naruto no lo había olvidado, simplemente se había dado por vencido debido al continuo recordatorio de todos a cerca de que Kurama ya no estaba con él y que ya no era el de antes. O sea que ahora era un inútil total.
Solo servía cuando tú estabas a mi lado, nada más.
Muchacho eres muy poderoso sin mí. Recuerdalo.
La desazón del rubio era intensa. Nadie quería reconocer su propio fuerza y eso lo había acabado anulandolo por dentro.
Sin embargo Kurama tenía razón, era poderoso sin él solo que no lo suficiente como para derrotar al nuevo enemigo. No lo suficiente.
Y por tal razón había sido desechado como un objeto inútil que solo estorba. Y ahora su hijo Boruto estaba pagando las consecuencias.
Pudo sentir en esos momentos los desgarradores alaridos de dolor proveniente de Boruto mismo.
Estaba padeciendo dolores morales indescripribles, su niñito ¿Qué clase de padre era él para permitir que su hijo sufra lo indescriptible?
Boruto ¿qué te están haciendo allá afuera? Dios mío ¿qué está ocurriendo Kurama?
Sería mejor que te concentraras en salir de esta dimensión Naruto. Solo así podrás ayudar a tu hijo realmente. No pienses en nada más que en encontrar la salida.
Naruto podía sentir el chakra del Kyuubi en su cuerpo una vez más, ese tan conocido chakra rojo volvía a emerger desde su interior.
Y aunque el rubio no sabía si era real o un producto de su mente enferma, eligió aferrarse a esa sensación eligiendo creer que era en verdad Kurama quien estaba a su lado ayudandolo.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
