Mi mundo💹[T.1]

Capítulo 97.

Nunca volveré...

[ NARRA ABBY ]

Me levanto como si nada y miro a Ethan, está bien y menos mal... Noto que tengo un algodón en el brazo, será de la vía que me quitaron. Sin mucho más, me levanto de la camilla, pero me da un pequeño mareo y me apoyo con suavidad en su camilla, mi mano coge con delicadeza su mano y se la pongo en mi vientre.

Lucha por favor, hazlo por nosotros —digo con tristeza, noto que mueve un pequeño gesto la mano, pero serán movimientos normales, ya que está en coma. Me siento en el sillón, sin soltar su mano y se la beso con los ojos cerrados, no puedo evitar apoyar la cabeza en la camilla mientras mis lágrimas salen. Fui una tonta, pero tenía miedo a que todo esto fuera más grande que yo, y lo es— No quiero perderte, por favor no me dejes.

¿Ya te despertaste? —pregunta la voz seria de Calen, le miro volviendo a apoyar mi cabeza y sus pasos se acercan— No te sientas culpable.

Lo estoy, no se prepararon bien por mí, porque se preocupó mucho y... —digo con la voz rota, pero me interrumpe.

No —dice con una voz muy grave y le miro— Fueron unos sucios, no nos esperábamos que al final usaran magia negra, pero al final les ganamos.

Está así por mí —digo con obviedad.

No reina, mírame —dice agachándose a mi altura y le miro con lágrimas en los ojos— Nadie puede con esa plata.

¿Se morirá? —pregunto con muchas ganas de romper en llanto.

No, la está expulsando con éxito, no tardará en despertar —dice con la voz más suave— Tienes que estar bien y ser fuerte.

Ya no tengo fuerzas —digo derrotada.

Hazlo por ellos —dice con una leve sonrisa y asiento— Por suerte te pude controlar la anemia.

Haría lo que sea por él —digo suspirando con una mueca de tristeza.

Lo sé, pero tienes un bebé —dice un poco más serio y bajo la cabeza, me está regañando a su modo— Es una decisión muy difícil, pero cuida a los dos —dice relajando la voz y asiento abrazándole con los ojos cerrados, lo necesitaba tanto y me lo devuelve —Estoy para todo.

Gracias —digo abriendo los ojos y me separo un poco para acomodarme en el sillón.

¿Te traigo algo? —pregunta con una sonrisa y asiento— Ahora vengo —dice levantándose y se va de la habitación. Después de unos pocos minutos, abre la puerta con una bandeja y la deja en la mesa— Todo eh —dice amenazándome con su dedo.

Vale —digo con una sonrisa, me ayuda a levantarme del sillón y me dirijo a la mesa, empiezo a comer y de vez en cuando, miro a la camilla para vigilarlo, sin mucho más.

[. . .]

Pasaron dos semanas, me hicieron unas pruebas para ver los niveles de hierro y también para ver cómo iba mi pequeño. Lo recuperé muy rápido y por suerte el bebé está muy sano, todo se lo debo a Calen, me ayudó mucho.

Pasó la tarde al lado de su camilla, como lo hago cada día y empiezo a leer un libro, escucho que la puerta se abre dejando de leer mi libro y entra Pablo a la sala, como hace cada mañana.

Buenos días, ¿cómo estás? —pregunta con una sonrisa, hace días que no le veía sonreír.

Bien —digo con tono neutralidad.

Tengo noticias —dice acercándose y le miro esperando la noticia— En dos semanas ya podemos saber el género.

¿Así? —pregunto algo decepcionada, pensaba que la noticia sería de él.