Mi mundo💹[T.1]

Capítulo 6.

Dibujo extraño.

Mis ojos se abren con cansancio y el dolor de mi cabeza aumenta con cada segundo que pasan los segundos, vaya noche, me levanto con intención de tomarme la pastilla de la migraña, cojo mi botella de agua y me la tomó. Necesito desayunar algo, qué hambre. Toda la mañana me la pasé limpiando y ordenado con música, si no no puedo, después me visto para irme a hacer la compra, salgo y está nevando. Voy con prisa y al entrar al supermercado hago mi compra para el mes. Al salir tengo las dos bolsas y voy dirección a mi humilde hogar. Abro la puerta de mi piso y coloco la compra. Al terminar me dirijo a mi habitación y me pongo a estudiar un poco, pero esa pesadilla, sé que me quedó grabado en la cabeza, concéntrate Abby, tienes que estudiar si no que se te va a acumular. Después de la tarde estuve viendo películas y series,

[. . .]

Paso una semana muy tranquila y no pude nada de Megan, desde que le pasó eso de su madre y me preocupa. No coge el teléfono ni los mensajes y Bella está muy distante, se junta mucho con aquel grupo de Noah. Estoy tomando mi café en mi mesa como de costumbre y estoy inspirado, saco mi material para empezar a hacer el boceto principal, ya que tengo el descanso y más una hora libre, porque mi siguiente hora se cancelará por cosas personales del profe, la aprovecharé. . Después de una hora, consigo hacer algo, pero es raro, es diferente a lo que suelo hacer, nunca dibujé caras humanas y bastante bien me salió, quería hacer un boceto y me salió un dibujo.

Hey —dice alguien haciéndome saltar en el sitio, cierro el cuaderno muy asustada —Lo siento, te asusté —dice una voz masculina y observó al muchacho que me hablo, no le conozco de nada y me sorprende que me hablen, me paso lo mismo estafa Megan. Es un chico que cualquiera se le quedaría mirando, moreno con ojos verdes.

Mm, estaba muy concentrada —digo con timidez y le medio enseño el lápiz con la misma timidez.

 Ya veo, soy Liam —dice ofreciéndome su mano.

Abigaíl, pero dime Abby —digo aceptando su mano, no sé por qué me pone nerviosa su presencia.

Encantado, Abby —dice sonriendo un poco.